lunes, 1 de enero de 2018

Escala en Warnemünde (I), Wismar(I)

Suele decirse que es una de las escalas que más dudas presenta. Por un lado están los que con gusto sufren las 3.30 horas de ida y otras tantas de vuelta para poder echar un vistazo a Berlín, y otros como yo, que prefieren quedarse en la región, y moviéndose en tren o coche conocerla.

Nos levantamos supertemprano porque nos esperaba una buena jornada. desayunamos y !a tierra!
Bajamos del barco y salimos de la terminal. Cruzamos la calle y ya estamos en la estación.
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 Siguiente paso, entramos en la estación de trenes y compramos un billete válido para 24 horas, para los trenes de la región de Mecklemburgo Pomerania, que es donde nos vamos a mover. El billete cuesta 12,50 € por persona y podemos usarlo como queramos.
La señora expendedora nos da un billetito que es el que tenemos que mostrar al revisor, donde escribimos nuestro nombre, y dos con horarios aproximados de trenes para el recorrido que hemos indicado. Son orientativos y podemos coger otros, de hecho lo hicimos.
 Así que al momento salió el tren hacia Rostock, donde cambiábamos a otro en dirección a Wismar. Lo más que esperamos entre uno y otro fue 10 minutos.
 Por el camino vimos esta preciosa locomotora que ahora hace recorridos turísticos por la zona.

Y llegamos a Wismar, salimos de la estación, cruzamos la calle y seguimos este gracioso canal para ir hacia el centro.


 La arquitectura que vamos a ver en estas ciudades ha hecho que se nombre a Wismar, Patrimonio de la Humanidad.


Llegamos a un pequeño puente que cruza el canal con estas divertidas esculturas..


Y ahí mismo torcemos a la izquierda por la calle ABC- Strasse, dejando atrás la iglesia de San Nicolás a la que volveremos después.

Al llegar al final de la calle, paramos para tomar un café en la intersección con la calle Hinter d. Rathaus es decir la calle del ayuntamiento con su bonita plaza.


La ciudad medieval hanseática de Wismar es la única conservada con estas dimensiones y homogeneidad de la región al sur del Mar Báltico.
 Antiguamente, en los siglos XIV y XV, fue un importante centro del comercio marítimo de la Hansa.
El actual restaurante "Alter Schwede" fue anteriormente el mercado de la ciudad.

El histórico Puerto Antiguo, la corriente de agua artificial «Grube», la estructura conservada de los planos de calles y plazas, la impresionante arquitectura religiosa de ladrillos, así como los almacenes medievales y las viviendas burguesas, son auténticos documentos que atestiguan la la gran importancia de Wismar durante la época de la Hansa.

 La abadía Negra de los dominicos de Wismar.


Construida alrededor de 1397 por Martin Kremer, fue lugar de culto intermitente hasta que en 1689 se convirtió en orfanato, dejando sólo el coro como lugar sagrado. Estaba cerrada por obras, aunque parece que no hay mucho que ver, ya que el mobiliario de la iglesia y también las losas de las tumbas fueron distribuidos a otras iglesias de la ciudad. Hoy es la escuela integral "Johann Wolfgang von Goethe"
 Aquí, aprenden y trabajan alrededor de 400 estudiantes y 37 profesores. El coro de la iglesia antigua se sigue utilizando como un auditorio y gimnasio. En los edificios más antiguos del convento (edificio principal), hay un estudio de arte moderno y sala de música con grandes ventanales y un escenario. Ahora parece que se trabaja en una segunda adición a la construcción, con un comedor, espacios de trabajo para trabajadores sociales y talleres de educación especial. Todo un cambio..

Seguimos la excursión callejeando un poco por la ciudad. Encontramos varios edificios en ladrillo que forman parte de la gran arquitectura de la zona.
Wismar, junto con Stralsund, son dos históricas ciudades que fueron de gran importancia como centro comercial de la Liga Hanseática, declaradas desde el 2002 Patrimonio Mundial. Situadas a orillas del Mar Báltico, durante los siglos XVII y XVIII, bajo el dominio de Suecia se convirtieron en centros administrativos y militares de este país en territorio alemán.


Ambas ciudades contribuyeron al desarrollo y la difusión de las técnicas de construcción en ladrillo y tipos de edificación, rasgos característicos de las ciudades hanseáticas en la región del Báltico, así como al desarrollo de sistemas de defensa en el período sueco.



Y llegamos a la Iglesia de Santa María, con su torre de 83 metros de altura construida en el siglo XVIII.


 La iglesia, uno de los mejores ejemplos de construcción religiosa en ladrillo, quedó completamente arrasada en la II Guerra Mundial, aunque milagrosamente sobrevivió la torre. Todo el recinto se limpió de escombros, pero se decidió dejar las bases para que se supiera como era su trazado.
 Ahora el terreno es centro de exposiciones para escultura al aire libre.

Delante de la torre ( que ahora está en obras y es un pequeño museo) hay una muestra de los métodos y materiales que se usaron en la construcción de la Iglesia.


Dentro de la torre ( entrada gratuita) hay una pequeña exposición sobre la historia de la iglesia, con restos de tumbas...



 Planos e historia de la Iglesia...


 El techo del primer piso de la torre...

Planos de la ciudad y restos de materiales...

 Este grupo en barro cocido nos cuenta ( en alemán) la historia de la iglesia y sus secretos...

 Muestras de la decoración original de la Iglesia...

 Las campanas...

 Un último vistazo a la torre...

 Justo enfrente de la salida del recinto hay un muro, con unos agujeros practicados para que dentro podamos contemplar el Archidiaconato, los restos de la vivienda del clero principal de la ciudad.

 Seguimos el paseo...

 Pasamos por el Fürstehof.
Es uno de los edificios más distinguidos de la ciudad, y data del siglo XVI, construido en versión báltica de estilo renacentista italiano.

 Es mejor conocido por los frisos que adornan todas las paredes de su exterior. Por una parte, representan la guerra de Troya y por otra cuentan la historia del Hijo Pródigo.

 El escudo de armas sobre el portal es el de los duques de Mecklenburg. Hoy en día el edificio es el archivo de los tribunales de distrito y la ciudad.

Y llegamos a la primera gran sorpresa de la ciudad, la iglesia de San Jorge.


El templo data del siglo XIII, y es la iglesia más grande de la ciudad, construida de ladrillo gótico que se eleva por encima de los edificios circundantes.


 En la 2 ª Guerra Mundial, el edificio quedó como una cáscara sin techo después de los bombardeos.
 En los últimos tiempos, ha sido el foco de restauración constante para reparar las ruinas y traer de vuelta su antigua gloria. Esto ha llevado muchos años, financiado por donaciones.
 Entramos y encontramos una vista espectacular, !parecía tocar el cielo!


 Poco antes del final de la guerra, la noche del 14 al 15. Abril de 1945 el edificio sufrió un ataque con bombas aéreas británicas y quedó gravemente dañado. La enorme torre quedó quemada por completo, la iglesia, en parte.

La reconstrucción acelerada del templo de San Jorge comienza partir de 1990 con un costo de 40 millones de euros a principios de 2010.


El uso futuro de la Iglesia de San Jorge mezcla la combinación de cultura de la iglesia y la iglesia propiamente dicha, como lugar de oración. El trabajo continuará, sin embargo durante mucho tiempo, ya que incluirá una plataforma de observación en la torre. El costo de mantenimiento anual se estima en 400.000 €
 Entre los objetos nunca recuperados, hay una estatua ecuestre de tamaño natural de San Jorge, que fue objeto de vandalismo.


También recuperado en parte, se guarda para su futura devolución a la iglesia un retablo de cuatro metros de ancho por diez de alto con 58 estatuas de santos como el que veremos en otra iglesia de la ciudad ( maravilloso).


Podemos asombrarnos con las medidas: Altura de la torre: 59 m, longitud: 78 m, ancho: 44 m, largo del crucero: 57 m, bóveda de altura de la cruz y la nave: 35 m

 Aquí vemos los restos de las vigas quemadas.

Me impresionó muchísimo...
 Hasta la puerta era una maravilla. Me recordó a las Puertas del Purgatorio de la película "La Guarida".


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