sábado, 2 de febrero de 2013

Magna Grecia (II)

Y pasamos por el Golfo de Corinto.


Hasta llegar a Patras, donde visitamos la Iglesia de Agias Andréas, una iglesia de imitación bizantina, que se levantó donde supuestamente sufrió martirio San Andrés y que por ello guarda su cráneo y parte de su cruz.

Es la iglesia más grande del país y destacan los frescos bizantinos que si bien no son antiguos, ya que datan de la fecha de construcción de la iglesia, 1974, son de una delicadeza maravillosa.

Continuamos hacia Olimpia, centro religioso y atlético durante 2.000 años.

Fundada en honor a Zeus, dios de dioses que habita en el Olimpo- de ahí su nombre- consistía en numerosos edificios y templos de riguroso estilo griego.


Como la Palestra, lugar de entrenamiento para los atletas y que ha sido reconstruida con gran fidelidad al original.
El taller de Fidias, al excavarse, mostró al mundo una enorme estatua de Zeus, aparte de restos de una basílica anterior.

El Leonidaion, con un preciosos jardín en forma de trébol era el lugar elegido para albergar a los invitados más distinguidos.

Pasamos por los baños...

...hasta llegar al Templo de Zeus, del que sólo quedan algunos tambores de las columnas que nos dan una idea de la magnificencia del edificio.

El Estadio, donde se celebraban oficialmente las competiciones más importantes.

En el Museo adjunto a las ruinas hay de todo un poco, sobre todo numerosos restos del gigantesco templo de Zeus, alusiones a los Juegos Olímpicos y varios tesoros que podemos admirar, como el Hermes de Praxíteles, que se encuentra en una sala donde es el único protagonista y que muestra al dios desnudo protegiendo a Dionisos. En el pasado, el brazo truncado que le vemos levantar sostenía un racimo de uvas que Hermes ofrecía al pequeño. Desgraciadamente está desaparecida.


A Corinto nos vamos ahora, ciudad que se hizo próspera y rica gracias a su proximidad al estrecho del mismo nombre, que era la ruta más corta para el comercio que transcurría entre el Mediterráneo y el Adriático. Si nos alijamos en Atenas, esta excursión a Corinto, Micenas y Epidauro es perfecta para conocer los tres lugares en un sólo día.

Arrasada por los romanos y vuelta a levantar por ellos mismos (¡están locos estos romanos!), llegó a tener 750.000 habitantes, rivalizando en lujos y edificios con la antigua Roma. 
No dudaron en su reconstrucción en dedicar templos a miembros de la familia imperial divinizados, como el templo de Octavia, la hermana de Augusto, del que quedan tres hermosas columnas corintias.

No podía faltar el templo de Apolo, con su maravillosa e impresionante estructura.

Dominándolo todo se encuentra Acrocorinto, una de las fortalezas medievales más importantes y a la que se accede por una carretera desde el yacimiento.

La Fuente de Peirene no ha dejado de proporcionar agua a la zona desde hace más de 2.000 años.

Y a continuación nos vamos a Micenas, fortaleza palacio donde habitaba la clase gobernante, ya que los artesanos y comerciantes debían vivir fuera de las murallas.

Descubierta por Heinrich Schliemann en 1874, estuvo continuamente poblada desde la Edad de Bronce. Se accede a ella por la llamada Puerta de los Leones, que toma su nombre de los animales que montan guardia en el dintel superior.

Desde arriba se tiene una vista excepcional de los alrededores.

Una escalera secreta con 99 escalones conduce a una cisterna subterránea que se nutría de un manantial exterior y servía para que no faltara el agua durante los asedios.

La siguiente visita sería el Tesoro de Atreo, ya fuera de las murallas.
Como noble que era, a Atreo se le enterró bajo una bóveda funeraria que se levantaba estrechando las líneas de piedra hasta llegar a la apertura superior donde debía encajar una piedra que cerraba la cúpula, Posteriormente se enterraba el conjunto dejando tan sólo un pasadizo de 36 metros.

En el interior se enterró al rey que da nombre a la tumba junto con sus armas y suficiente alimento y bebida para completar su viaje a los infiernos. Es impresionante contemplar el dintel de 9 metros de largo que pesa unas 120 toneladas y del que se desconoce la manera en que fue izado hasta su ubicación.

Atardecer en la localidad de Tholos.

Al día siguiente nos dirigimos a Nauplio, ciudad hermosa de suelos de ladrillo e imponentes fortalezas con un barrio medieval que fue durante 5 años capital de Grecia. Los habitantes de la ciudad están orgullosos de muchas tesoros que guarda su ciudad. Una de ellas es la estatua ecuestre del General Kolokotronis, con una preciosa placa que dice asi: " Cabalga a través de los siglos, noble comandante, mostrando a las naciones cómo los esclavos pueden llegar a ser hombres libres" Tras la estatua otro de los tesoros de la ciudad, la fortaleza veneciana en Acronauplia.

Sin embargo, lo que más impresiona es la isla de Bourtsi, una fortaleza que parece flotar sobre las calmadas aguas del Egeo. Su importancia radica en que dada su situación geográfica permitía el cierre del único paso navegable de la bahía gracias a una cadena que se extendía desde la fortaleza a la ciudad.

Cerca se encuentra el teatro de Epidauro, parte de un extenso complejo terapéutico y religioso dedicado al dios Asclepio. El edificio es famoso por su acústica perfecta, su orquesta circular, su cavea de 114 metros dividida en bloques de 36 escaleras donde tenían cabida hasta 12.000 espectadores.

Y nos despedimos de Grecia observando un prodigio de ingeniería que serviría como ejemplo en otros lugares del mundo, el canal de Corinto.

Temerosos de las tormentas y los temporales que azotaban este lado del Egeo, para poder transportar sus mercancías de un lado al otro del istmo, los barcos eran transportados por tierra con todo su cargamento a lo largo de 6 km y vueltos a poner a flote una vez traspasado el cabo. Para evitar tamaño trabajo, a finales del siglo XIX se completó el canal de más de 6 km de largo y 23 de ancho flanqueado por paredes de 90 metros de altura. Su construcción enriqueció a toda la población circundante hasta que se construyeron los grandes barcos de carga que debido a su tamaño no pasaban por la hendidura y eran capaces de rebasar el temido cabo del que hablábamos antes.

Y llegó el momento de dejar tierra helénica, sin saber que en el futuro volvería en numerosas ocasiones a pisar la tierra sagrada de los dioses griegos...

viernes, 1 de febrero de 2013

Magna Grecia (I)

Grecia no es sólo Atenas y las maravillosas playas y calas de las islas que como un rosario la rodean. Grecia es la historia del mundo, la que alberga lugares fascinantes y asombrosos, la que hoy en el recuerdo de mis fotos analógicas, un poco borrosas como los recuerdos de ese viaje de hace décadas vuelve a resurgir para que ustedes puedan disfrutar de un pedazo de su historia.
Cuando hice éste viaje, lo de consultar en internet no era el pan nuestro de cada día, había que tirar de enciclopedias y guías de viaje, y fueron ellas las que me animaron a hacer una pequeña excursión a un lugar fascinante, Meteora. Les sugiero una excursión de 2 días a Delfos y Meteora para disfrutar como lo hice yo de estos lugares.
Tras tomar un autobús que nos llevó hasta Kalampáka, hicimos un pequeño trecho a pie hasta llegar hasta las torres naturales de caliza de Meteora, que quiere decir "rocas suspendidas".




El año 985 marca el comienzo de los retiros espirituales de los monjes en esta zona, cuyo máximo exponente es el ermitaño Barnabas, y ya en el año 1336 se fundó el primer monasterio, Megálo Metéoro.


Llegaron a existir hasta 23 de estos cenobios destinados tanto a hombres como a mujeres, que accedían a ellos, en un principio mediante escalones tallados en la piedra, y luego, mucho menos cansado gracias a un sistema de poleas y tornos que se empezó a usar en el siglo XVI.


Los monasterios que quedan se mantienen gracias al turismo, donaciones privadas y una pequeña parte que aporta el Estado griego. Si me permiten que les aconseje elijan tan sólo tres de ellos, lo que les permitirá tener una idea global del conjunto inicial: Varlaam, Rousánou y Megalo Metéoro.


Rousánou se levanta en la punta de una aguja muy escarpada lo que hace que sea uno de los emplazamientos más impresionantes. No debemos dejar de visitar su iglesia de la Metamorfosis y un pequeño osario donde guardan los cráneos de los monjes más piadosos.


Varlaam fue fundado en 1518 y nos regala unos maravillosos frescos de Katélavos. Se cuenta que para construirlo, los ermitaños colocaban clavijas en la roca y de esta manera alcanzaban la cumbre con los materiales de construcción a cuestas. Otra teoría sugiere que lanzaban cometas hasta lo alto con cuerdas atadas a los escalones de maroma por el que luego subirían.

Por su parte, Megaló Metéoro fue el primer monasterio en ser fundado y se levanta a 623 metros del suelo, el edificio principal guarda reliquias de un valor incalculable.



En esta postal que compré pueden verse mejor los monasterios.

Y otra visita, esta vez en la propia Atenas es el Museo Arqueológico Nacional.

En funcionamiento desde 1891, vino a reunir en sus salas todos los hallazgos que hasta entonces estaban diseminados por toda la ciudad y en pequeños museos a lo largo y ancho del país. Como anécdota siempre se cuenta que durante la Segunda Guerra Mundial se enterraron los valiosísimos tesoros que guardaba para protegerlos de los posibles bombardeos. Ya que el museo es enorme permítanme seleccionar lo mejor de él para tener una visión lo más completa de la colección.
Empezamos por el "Joven de Antikýra, un bronce realmente hermoso que se encontró semienterrado en una isla y mide 2 metros de alto.

Seguiríamos con la Máscara de Agamenón, descubierta en las excavaciones de Micenas por Schliemann. Es de oro puro y se supone que representa al rey del mismo nombre.



Ahora nos encontramos de frente con un dios, Poseidón, que parece a punto de lanzar su poderoso tridente. Unos pescadores encontraron su brazo en 1926 y tras buscar sin descanso en los alrededores del hallazgo, dos años más tarde apareció el resto del cuerpo. esto ocurrió en cabo Artemisio.

Fijémonos en los detalles. La tensión de la musculatura, la delicada colocación de los dedos para no errar el tiro, los cabellos ajustados en preciosos rizos que enmarcan un rostro majestuoso y expresivo...

Muy cerca se encuentra el Kourós de Sunio, ofrenda hecha a Poseidón, que representa un hermoso joven desnudo que nos recuerda rápidamente a las figuras egipcias, de las que derivan.

Y precisamente, al lugar donde se encontró la estatua nos dirigimos, el Cabo Sunio o Sunion. Para llegar allí recomiendo tomar el bus turístico a Cabo Sunion


Acertadamente, el cabo formado por un suave promontorio que descansa sobre el Egeo, fue el lugar elegido para levantar el Templo de Poseidón y rendirle culto. No cuesta trabajo imaginar que como un faro, el reflejo del sol en sus blancas columnas de mármol sirvieron durante siglos de referencia a los marineros que pasaban cerca del cabo.


Levantado en el 444 a.C. estaba formado por 34 preciosas columnas de las canteras de Agriléza, de las que sólo sobreviven 15.


Como curiosidad, decir que las columnas tienen 16 estrías en lugar de 20, con lo que se reduce la superficie expuesta a la erosión, factor que influye en su estupenda conservación.
Un reto: encontrar la firma que dejó en una de las columnas en 1810 el escritor británico Lord Byron. El atardecer es único en toda la Grecia continental.



Y vamos a seguir conociendo el país, dirigiéndonos ahora a Delfos. Por el camino vemos pueblos encaramados a las montañas, como el de Vitsa.

Como hay leyendas para todos los gustos y en todos los lugares, Delfos no iba a ser menos, ya que según una de ellas, dos águilas soltadas por Zeus en los extremos opuestos del mundo se cruzaron en Delfos, lo que hizo que el dios nombrara Delfos como el centro de la Tierra.En este punto tenía su punto principal el culto al dios Apolo y sobre todo su oráculo. Tras sacrificar un animal y pagar un impuesto podían escuchar por boca de la sacerdotisa o pitia las palabras del Dios, ya que ésta entraba en trance inducido por unos vapores tóxicos que emanaban de la tierra y contestaba a las preguntas formuladas por los viajeros. 


Del lugar cabe destacar la via principal, o Sacra, el Templo de Apolo y el Templo de Atenea.
Precisamente, parte de este último templo es el tholos, estructura circular que constaba de 20 columnas pero del que se desconoce la función.

Pasado el Templo de Apolo...

...encontramos el Teatro, construido hace 2.500 años y con un aforo de 5.000 personas, que sin duda es uno de los más bonitos de Grecia.
A su lado el Estadio, de 200 metros de largo y cabida para 7.000 espectadores que acudía 
para disfrutar de los Juegos Píticos.

Una vez recorrido el conjunto entramos al Museo de Delfos, donde encontramos la maravillosa estatua en bronce del Auriga de Delfos, triunfador en una carrera de cuádrigas en los Juegos del 478 a.C.

Otro punto importante es la colosal esfinge de Naxos, una ofrenda de los ricos ciudadanos de esa isla al dios Apolo. Mide nada menos que 2 metros de alto y estuvo colocada sobre una columna de 10 metros.

 Y nos vamos de Delfos siguiendo una carretera que nos asombra con las vistas de los Montes Pindos., que albergan dos Parques Nacionales, y una inusual fauna que incluye osos y lobos que deambulan por los valles remotos y caminos apenas transitados.