Salimos tempranito y pasamos por el río Cauto.
El río Cauto es el más extenso de Cuba. Sus finas aguas nacen desde el
lugar conocido como La Estrella, ubicado en el Consejo Popular La
Colorada, específicamente en la finca "La Fortuna" en la Sierra Maestra a
una altitud de 600 metros sobre el nivel del mar.
La cuenca del Cauto actualmente, está sometida a numerosos proyectos,
encabezados por el gobierno cubano, contra la contaminación y la sequía
presentes por el uso irracional de sus recursos durante años. Estos
proyectos persiguen el objetivo de proteger la flora y la fauna,
mediante la reforestación, eliminación de fuentes contaminantes y
medidas de educación ambiental beneficiando a la naturaleza y al hombre.
Seguimos hacia la ciudad de Holguín.
Holguin, ciudad histórica del
siglo XVIII, tierra del Mayor General Calixto Garcia Iñiguez, situada en
la parte septentrional de la región oriental de Cuba, toma desde sus
inicio el titulo popular de Ciudad de los Parques.Este título viene dado por su estructura urbana pues su centro lo constituyen cinco parques en bloque y en la línea paralela de norte a sur: Parque Calixto García, Parque Julio Grave de Peralta, Parque San Jose, Parque Marti y Parque Infantíl.
En la época colonial estos asientos a los que hoy nosotros llamamos parques, espacios ciudadanos que están indisolublemente ligados al desarrollo histórico y social de la urbe, se localizaron a lo largo de dos calles principales de la ciudad, las calles San Isidoro o Calle Mayor y San Miguel, hoy Libertad y Maceo, respectivamente.
Y después de un café hicimos la visita fundamental de la ciudad, la Loma de la Cruz.
La Loma de la Cruz, se eleva a solo 261 metros sobre el nivel del mar y es parada obligatoria para visitantes y refugio de noctámbulos y artistas.
La Loma de la Cruz toma su nombre de una cruz de madera que existe en su cima, símbolo protector para muchos, depósito de promesas u original ornamento para otros.
La restauración fue realizada por el arquitecto Vicente Biosca,
concluyéndose el 3 de mayo de 1950, día en que se colocó la segunda
cruz, pues la primera ya estaba muy deteriorada. Estas obras fueron
financiadas por los pobladores de la villa en Holguin, los cuales
recurrieron a rifas, colectas, verbenas y demás ingenios. Con el tiempo
sucedieron diversas actividades religiosas conocidas hoy como las
fiestas de mayo, que adquirieron carácter popular, todas ellas teniendo
como patrón la Loma de la Cruz de Holguin. La tercera cruz fue colocada
en los primeros años de la década del noventa, pues un rayo seco, de
esos que caen solitarios, inesperados y sin tormenta, la destruyó al
impactar directamente sobre ella. Esta tercera cruz, la que vemos hoy en
la Loma de la Cruz, fue construida de caguairán, como la original de
1790, pues esta madera preciosa abunda mucho en los bosques de la región
de Bariay, la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto, según el
Gran Almirante Cristobal Colón a su arribo por las costas de Holguin.
La
Loma de la Cruz, con 458 escalones, descansos intermedios y bancos
incluidos que a mitad del ascenso pueden parecer los más cómodos del
mundo, resulta su subida bastante fuerte para los que no están en buena
forma física.
Actualmente a la Loma de la Cruz se le construyó por la
parte trasera una carretera, por la cual se puede subir sin mayores
esfuerzos (en automóvil) y disfrutar de la buena comida del restaurante
que se encuentra en su cima como parte del complejo turístico, y admirar
la Ciudad de Holguin desde las alturas.
Por ultimo, se
recomienda el ascenso por la escalinata a la Loma de la Cruz, como
nosotros y les aseguro que no lo olvidarán nunca. Ha sido declarado
Monumento Histórico Arqueológico Colonial de la isla de Cuba.
Llegamos al hotel de Cienfuegos cuando anochecía.
Después de acomodarnos, ejem, fuimos a cenar a un restaurante "
recomendado" donde se suponía que íbamos a ser tratados como reyes, a
comer estupendamente y a precio de cubanos..
El lugar estaba completamente a oscuras, sólo iluminado por el flash de mi cámara. Gracias a él pudimos ver lo que comíamos. Se trataba de una mezcla de varias carnes ( pollo, ternera y cerdo) asadas.
Al día siguiente bajamos a desayunar, pero no pudimos, ya que sólo el café y las tostadas eran comestibles, el resto no se podía ni probar.
En el jardín, a un lado, encontramos el Palacio de Valle.
Y antes de dejar la ciudad, fuimos a dar un paseo.
Parque José Martí: Aglutina en su entorno varias de las más importantes edificaciones de la ciudad y es el corazón del Centro Histórico. En él hay numerosos monumentos entre los que sobresalen el de José Martí, el Apóstol de la Independencia de Cuba, y el Arco del Triunfo, único de su tipo existente en el país y que rememora el Arco del Triunfo de París. En 1862 fueron comprados los dos leones de mármol que custodian la entrada Este del Parque, en el cual también se conserva una roseta de mármol que señala donde estuvo la majagua escogida por el alférez Félix Bouyón para iniciar el trazado de la ciudad el 22 de abril de 1819.
Y continuamos hacia Villa Clara. Lo primero que visitamos fue el Conjunto Escultórico Memorial “Comandante Ernesto Che Guevara”.
El Complejo se ubica en la nueva vía, llamada Avenida de los desfiles,
la cual se prolonga más allá de la calle Rafeal Tristá y se extiende
hasta la Circunvalación y Avenida de los Caneyes.
La Tribuna, con una extensión de 2 mil metros cuadrados tiene capacidad para 900 personas. La componen además otros elementos que ofrecen sobriedad y fortaleza al conjunto monumental: la Escultura: Obra de José de Lázaro Bencomo (José Delarra), está compuesta por la estatua en bronce del Comandante Che Guevara que se levanta sobre un pedestal de 16 ms de alto, (de ellos 10 ms visibles, tapizados en piedra y 6 ms en la planta baja, tapizados en mármol verde). La estatua mide 6,80 m. y pesa 20 toneladas.
Está orientada hacia el Sur, mirando hacia la loma de San Juan en la serranía del Escambray así como a la América del Sur. La figura del Che está en movimiento, con su uniforme guerrillero, su brazo enyesado tal y como aconteció su entrada a Santa Clara, y su fusil M-2.
Y finalmente el Museo, que se encuentra en la planta baja del complejo. Aquí, por medio de imágenes, fotos, objetos y documentos, se muestran diferentes etapas de la vida del Che, desde su nacimiento y desarrollo como niño, hasta el hombre, que con el tiempo se convertiría en símbolo de estas generaciones.
Las Jardineras de 6 y 2 ms de alto son una ofrenda floral permanente al Che. En la mayor está el texto de la Carta de Despedida del Che a Fidel.
Una vez disfrutada la visita, entramos a la ciudad.
Sin tanto renombre como la bulliciosa Habana o las paradisíacas playas de Varadero, Santa Clara es una tranquila ciudad de interior a 270 km de la capital que atrae sobre todo a nostálgicos y admiradores de la figura del Che, además de aventureros que deciden explorar el interior de la isla fuera de los circuitos ‘recomendados para turistas’.
Una parada en el camino para comprar unos puros con certificado de
autenticidad, algo de ron y tomar unos deliciosos cafés, con un aire
acondicionado divino. Es el café La Veguita.
La obra del artista vasco Casto Solano Marroyo muestra a un Che erguido y con un niño pequeño en brazos, en camino hacia el futuro.
Al Che de los niños, como le conocen, nunca le faltan flores, ni la inquisidora mirada infantil que busca reconocer y reconocerse en el legendario guerrillero.
Incluso, parejas de recién casados depositan ante sus pies el ramo de flores, en busca de impregnarse de la aureola dejada por el revolucionario argentino-cubano, nacido en Córdova, el 14 de junio de 1928 y cuyos restos reposan en Santa Clara desde el 17 de octubre de 1997.
Y son muy pocos los que pueden sustraerse del encanto que emana del rostro del niño desnudo, de apenas unos tres años de edad, que el Che carga en sus brazos.
Lo que, quizás, resulte desconocido para la inmensa mayoría es quién fue el niño que utilizó Casto Solano como modelo. Se trata de Sandro, hijo del artista vasco, quien le sirviera de referencia cuando apenas tenía tres años de edad, y ahora es un adolescente de trece.
La fundación oficial de la ciudad ocurrió el 8 de diciembre de 1812, aunque ya existía un asentamiento de población en este sitio desde finales del siglo XVII y algunos puestos de madereros en sus alrededores.
En esta fecha, se construyó una pequeña ermita y se celebró la primera misa. A partir de ese entonces la población experimentó un rápido crecimiento y desarrollo
Esta prosperidad condujo a su separación de Santa Clara con la creación de la primera Tenencia de Gobierno como cabecera de la nueva jurisdicción de Sagua La Grande y el otorgamiento del título de Villa de la Purísima Concepción de Sagua La Grande en 1866 por la reina Isabel II de España.
La ciudad no fue muy afectada por las guerras de Independencia, lo que condujo a un acelerado desarrollo económico durante los finales del siglo XIX y principios del XX, período en el que se construyeron elegantes edificaciones y obras públicas como el ferrocarril ( con el que llegaría mi abuelo), el primer alcantarillado de Cuba (1858) y el acueducto (1893).
Fue una de las primeras ciudades electrificadas en Cuba (1893). Este desarrollo continuó hasta la década de 1920 en la que se vio afectada por la crisis por la que atravesaba la nación. En la década de los 1950 era una importante ciudad desde el punto de vista económico, concentrando gran parte de la industria del centro de Cuba. En la actualidad la ciudad conserva el espíritu neoclásico de su planificación urbana y de su arquitectura, con reducidas incursiones modernas en su centro histórico.
Su economía se basa en la industria química, azucarera, mecánica, alimenticia y ligera. También se desarrolla la ganadería y la pesca. Cuenta con instituciones de educación superior, como una Filial de Ciencias Médicas y sedes municipales universitarias, pedagógicas y politécnicas.
Varias personalidades de la ciencia, la historia y el arte de Cuba nacieron en Sagua la Grande, algunas de ellas son conocidas internacionalmente, Wilfredo Lam Castilla (pintor), Rodrigo Prats (músico), Don Ramón Solís (músico), Rosalía Castro (poetisa), Jorge Mañach Robato (literato), Antonio Machín (cantante y amigo de mi abuela) y José Luis Robau (patriota).
Cogí un poco de tierra de la Iglesia Mayor para traerla y colocarla en la tumba de mi abuela, que siempre quiso volver a Cuba y no pudo. Ahí está, con ella...
Y seguimos adelante, de vuelta ya a La Habana. Vimos cositas interesantes.
Se aproximaba otra tormenta tropical...
Y entramos a La Habana por el túnel del Morro..
Y llegamos al último hotel, el Presidente, donde se hospedaban en su
época los grandes artistas españoles de gira, como Lola Flores. Ubicado
en el popular bario de El Vedado, el hotel Presidente tiene además a su
favor el hecho de quedar a pocos centenares de metros del Malecón de La
Habana, avenida considerada como un sitio de excelencia para el paseo
junto al mar. El establecimiento se localiza en una arteria vial
conocida como Avenida de los Presidentes y muy cerca de instituciones
culturales de la talla de la Casa de Las Américas, así como de varios
centros nocturnos dedicados a diversos géneros de la música cubana. El
Presidente es también famoso en la capital cubana por sus
singulares colores bermellón y beige, visibles a la distancia y que destacan su presencia. Cae nuestra última noche cubana...
Íbamos a quemarla...Pero esa es otra historia...
Al día siguiente, dejamos el hotel y aprovechamos que teníamos hasta la noche para visitar la última provincia, Pinar del Río. Si se dispone de poco tiempo, como siempre, recomiendo una buena e instructiva visita guiada, como la Excursión al Valle de Viñales desde La Habana.
Por la riqueza, variedad y excelente conservación de su flora y fauna, Pinar del Río ha merecido el sobrenombre de Jardín de Cuba y el reconocimiento de la UNESCO, que proclamó Reserva de la Biosfera a la Península de Guanahacabibes y la Sierra del Rosario y Paisaje Cultural de la Humanidad al Valle de Viñales. La tierra que produce el mejor tabaco del mundo ofrece también magníficas oportunidades a los amantes del buceo, la caza, la pesca o el simple ocio de sol y playa.
Paraíso
verde de 5000 ha de bosques a disposición de los amantes del
ecoturismo. Zona rica en flora y fauna, sitios históricos, lagos, ríos,
cascadas y la presencia de un asentamiento poblacional de
aproximadamente 1000 habitantes, protagonistas de la única experiencia
rural en vías de desarrollo sostenible en Cuba. Morada de familias de
campesinos, obreros, artistas plásticos, músicos, artesanos, actuales
anfitriones de aquellos interesados en conocer, interactuar y compartir
acciones en favor del enriquecimiento humano.
Son diversas las actividades económicas de Pinar del Río. Los
agricultores se dedican a la producción de café, cacao, arroz, cítricos,
hortalizas, frutas, y especialmente el tabaco negro, base de los
famosos habanos, considerado por muchos el mejor del mundo, y del cual
esta provincia es la principal productora.
La provincia también cuenta con dos Reservas Mundiales de la Biosfera:
la Sierra del Rosario y la Península de Guanahacabibes. Sierra del
Rosario cuenta con enorme cantidad de especies de plantas y animales,
muchas de ellas endémicas. En esta Reserva se encuentra Soroa, que
cuenta con el mayor orquidario de Cuba con 750 variedades de esta
familia. Soroa también posee un mirador, y se pueden realizar
interesantes recorridos por el lugar, visitando además de sus especies
biológicas, el río Manantiales que cuenta con una estupenda cascada y
baños de aguas medicinales. Sierra del Rosario también cuenta con el
Complejo Turístico Las Terrazas, donde se pueden apreciar además de los
bellos paisajes y especies vegetales y animales, las aguas termales
naturales y sulfurosas.
Por diez cuc los turistas extranjeros se aventuran en el interior de la
Gran Caverna de Santo Tomás, en Viñales, Pinar del Río. Los cubanos
hacen el recorrido con solo pagar diez pesos en moneda nacional.
La Gran Caverna de Santo Tomás es un conjunto de cuevas con ocho niveles
de formación, cuyas galerías superpuestas crean un complejo laberinto
en todas las direcciones, algunas unidas entre sí, mientras otras,
fueron cortadas por desplomes gigantescos de los techos, convertidos hoy
en los llamados hoyos de montaña, donde crece una vegetación muy bien
conservada.
Todos estos atributos naturales e históricos, constituyeron argumentos
sólidos, para que la Gran Caverna de Santo Tomás fuera declarada
Monumento Nacional el 5 de junio de 1989 y bautizada como La Princesa de
Cuba.
Si algo singulariza estos lugares, es la paz absoluta que se
disfruta, es un espectáculo penetrar en un ambiente profundo, oscuro y
silencioso, así como adentrarse en un bosque original; la mano del
hombre no ha podido dañar lo que con tanto amor, la naturaleza formó en
estos parajes. Y con la barriga llena y el corazón contento, la última visita y la
última compra. La fábrica Garay de ron dulce La Guayabita del Pinar.
!Adiós, mi Cubita!