El Independence of the Seas, que pertenece a la clase Freedom, se puso a flote en el año 2008, y supuso un paso de gigante en la creación de los megacruceros que poco a poco se irían adueñando de los mares con un concepto muy parecido al de los los resorts hoteleros que podríamos encontrar en muchos lugares del mundo.
La cubierta 11 no sólo es el área de piscinas y bares al aire libre, sino que también es escenario de múltiples actividades que se realizan los días de navegación, como desfiles de moda, juegos multitudinarios, karaokes o concursos.
Si buscamos demostrar nuestras habilidades surfistas, el Flowrider es nuestro lugar. Se trata de un simulador de olas donde podremos poner a prueba nuestro equilibrio sobre una tabla mientras navegamos por mar abierto.
Muy cerca encontramos el muro de escalada, uno de los más altos que podemos encontrar en un barco de crucero.
Algo más tranquilo es hacernos unos hoyos en el minigolf.
Para los pasajeros que deseen continuar su rutina de ejercicios aún estando de vacaciones, el barco dispone de un completísimo gimnasio donde pasar horas quemando las calorías que hemos ganado después de disfrutar de la exquisita comida del barco.
Para relajarnos después de tanto ejercicio podemos disfrutar de un maravilloso masaje en el Steiner Spa o simplemente admirar las vistas desde uno de los originales jacuzzis colgantes que se encuentran a los lados del barco.
De cuatro cubiertas de altura, es más largo que un campo de futbol y más ancho que tres carriles de carretera. Suelen hacerse desfiles al estilo americano con acróbatas y bailarines que convierten el lugar en un punto de destino obligatorio.
A lo largo del paseo y a ambos lados encontramos una casi interminable oferta de bares, restaurantes y tiendas, como la Pizzería Sorrento's, la heladería Ben & Jerry's, o los bares Ale & Anchor, Vintages o Champagne Bar.
Para pasar un buen rato de diversión con nuestros amigos y competir con otros pasajeros tenemos el bar deportivo Playmakers y la sala de videojuegos Arcade. Bolera, billar, pantallas para ver futbol, tenis o cualquier deporte que podamos imaginar, llenarán nuestras horas de navegación.
Si por el contrario necesitamos atender nuestras necesidades espirituales, tan sólo debemos acercarnos a la pequeña y bonita capilla.
El Centrum nos impresiona con una espectacular escalera que ocupa tres puentes y que sirve de enlace entre varias áreas públicas y punto de reunión para los pasajeros.
En la cubierta desde donde arranca encontramos lugares como la pista de hielo o la galería fotográfica.
Y el Casino Royal.
Otros lugares de esparcimiento los encontramos en las cubiertas superiores, como el Adventure Ocean.
El night club The Labyrinth.
Mientras recorremos el barco salen a nuestro encuentro otros bares y salones donde disfrutar de nuestra navegación.
En algunos lugares el estilo y el buen gusto no concuerdan con el resto del barco.
entre los que elijo el Johnny Rockets por sus espectaculares hamburguesas y batidos...
El elegante restaurante principal ocupa tres cubiertas en altura, cada una con el nombre de tres pintores famosos, Rembrandt, Miguel Angel y Botticelli. Completa la decoración una gigantesca araña de cristal.
Como conclusión decir que el Independence fue diseñado y renovado para pasajeros aventureros, y que gracias a todas las actividades que ofrece encontramos un enorme atractivo que atrapa a grandes y pequeños, por lo que es ideal para familias y viajeros a los que les encanta mantenerse entretenidos durante los días y noches de navegación.