viernes, 1 de noviembre de 2013

Fuerteventura, la joya majorera (I)

Fuerteventura es conocida en todo el mundo por la belleza de sus playas, donde la arena rubia y las cristalinas aguas hacen realidad el sueño de millones de viajeros. Pero al margen de esta imagen, o mejor, incluyéndola, hay una Fuerteventura cargada de historia, de tradiciones y de paisajes severos pero magnéticos. Les invito a descubrirla conmigo.


Llegamos al gigantesco aeropuerto de Fuerteventura

Y tras alquilar un coche nos echamos a la carretera, dejando a un lado la capital de la isla, Puerto del Rosario.

Y nos dirigimos a Corralejo. Por el camino muchos restos de construcciones antiguas.


Y entramos en el municipio de La Oliva

Al fondo Lanzarote

Primeras imágenes de playa.


Corralejo es un pueblo turístico en el extremo norte de la isla. Un poco más grande que Caleta de Fuste y más turístico. A la entrada hay un pequeño parque temático.

La parte original del pueblo se centra alrededor del muelle viejo, o muelle chico, que utilizaron sobre todo los pescadores del pueblo. Aquí se encuentra una pequeña playa protegida de aguas tranquilas y fina arena.




El puerto nuevo consta de pantalanes para barcos de recreo y sitio para los servicios de los ferrys a Lanzarote y Lobos, un pequeño islote a unos 15 minutos en barco. Hay varias excursiones que salen desde el puerto y los billetes se pueden comprar en uno de los varios puestos que hay en la zona del puerto.

Una estupenda opción es aprovechar la magnífica excursión a la Isla de Lobos desde Fuerteventura en catamarán o un tour en quad por Fuerteventura.


Juro que esta imagen no estaba preparada..

Me recordaba mucho el estilo de Sidi Bu Said, en Túnez.


El suelo de una placita...



El pueblo está rodeado de dunas de arena y kilómetros de playas arenosas que forman un parque natural. Las playas están expuestas al viento y se convierten así en el sitio ideal para desarrollar actividades que requieren aguas más movidas. Círculos de piedra en la playa ofrecen protección del viento para los que solo quieren tomar el sol.




Algunas de estas playas, que en realidad conforman una sola playa larga, son frecuentadas por naturistas. La actitud hacia el naturismo en Fuerteventura es tan relajado que ni siquiera hay playas designadas exclusivamente para ellos. Éstos prefieren de todas formas las más alejadas de los centros urbanos para no molestar a otras personas que quieren disfrutar de la arena y el sol.
Al coche otra vez y a seguir la ruta.

El Cotillo se encuentra al noroeste, y tiene como centro un pequeño embarcadero que usan sobre todo los pescadores de costa. El puerto donde están los barcos, sin embargo, es bastante nuevo. El antiguo embarcadero se encuentra al norte del puerto, a nada mas que un corto paseo por la colina que separa a ambos. Cerca del antiguo embarcadero hay varios bares y restaurantes. Junto al puerto se encuentra la torre "El Tostón" desde donde hay vistas extraordinarias.

Al sur de esta parte de la soleada Fuerteventura se extienden varios kilómetros de playas. Las playas del Cotillo son estupendas y ni siquiera en un día con mucha gente se llenan del todo.

La torre, "El Tostón", desde donde se tomaron las fotografías del puerto nuevo y las playas, está abierta al público. En la torre se encuentra una especie de información turística, aunque se construyó para la defensa, principalmente de los piratas ingleses.





Seguimos por la Isla.

La Casa de los Coroneles es un edificio señorial construido en el transcurso de la Edad Moderna que se encuentra emplazado en el municipio de La Oliva. Es una edificación que destaca especialmente por sus magnitudes arquitectónicas y por el significado histórico que representa no sólo para Fuerteventura sino también para el Archipiélago Canario como la continuidad de un sistema de gobierno que hunde sus raíces en la Edad Media.

La construcción se alza en medio de un extenso llano cerca del caserío de La Oliva.

El complejo cívico-militar comprende varios espacios, todos interconectados entre sí, y al servicio de una familia que regentaba los futuros de una isla, los Arias de Saavedra, con los nombramientos del Coronelato.


 El nombramiento de Coronel se convirtió en vitalicio y hereditario, con un poder militar y administrativo del poder civil nombrando, o destituyendo, los cargos del Cabildo, gobernando toda una isla desde su casa/fortaleza, desde la Casa de los Coroneles.

La obra se diseñó con arreglo a la tradición constructiva canaria, tomando como modelo la casa canaria de centros urbanos de reconocido prestigio (léase La Laguna, Vegueta, La Orotava, o Garachico).


 En la actualidad el inmueble pasa días de agonía ya que él mismo y buena parte de su entorno está metido en una tediosa rehabilitación que no acaba de contar con los recursos económicos suficientes para llevar la obra a buen término.





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