Y pasamos por el Hipódromo, del que apenas queda nada, pero nos llama la atención esta fuente.
Este monumento es más nuevo en comparación con otros de la plaza, ya que se trata de una donación por parte de káiser Alemán Guillermo II al sultán de entonces AbdulHamit. Guillermo II, hizo construir la fuente en Alemania en 1895 y pieza por pieza se trajo a Estambul, tres años después de su visita la fuente estaba ya completada; El Káiser buscaba expandir los limites de su imperio hasta el Canal de Suez, por su importancia petrolífera.El hipódromo fue construido en la época de Séptimo Severo (200 D.C) y engrandecido por el fundador de la ciudad Constantino El Grande. En ese momento Santa Sofía era el centro de la vida religiosa, mientras que el hipódromo era el centro de las actividades civiles. Pero principalmente funcionó como centro de deportes donde el programa regular de carreras de carros y circos sirvieron de diversión para la gente de Constantinopla durante más de mil años. La espina estaba adornada por una línea de estatuas, obeliscos y columnas, y actualmente quedan tres de ellas, el obelisco egipcio, la columna serpentina y el obelisco amurallado o de Constantino.
Tutmosis III(1549-1503 A.C) hizo construir este obelisco con una altura de 60 metros en Deir el Baharí, Egipto, para conmemorar una de las campañas en Siria. El obelisco se rompió durante la carga hacia Constantinopla en el siglo IV. Al final una tercera parte fue erigido en el sitio original de hipódromo por Teodosio en el año 390 encima de un pedestal de mármol decorado con bajorrelieves.
Tres serpientes enlazadas en forma de columna que era la base de un trofeo dedicado a Apolo fue erigido en nombre de 31 ciudades Griegas que ganaron una batalla contra los persas en Platea en el año 479 A.C. La columna que estaba en el templo de Apolo de Delfos fue traída por Constantino el Grande a su sitio actual del hipódromo. Hay muchas historias sobre lo que ha pasado a la columna. Según una de estas, un hombre de la Embajada Polaca que estaba bastante borracho cortó las cabezas de serpientes con su espada en una noche de Abril del año 1700.
En el siglo 16 el viajero Francés Petrus Gyllius habla de una columna llamada Coloso, porque en la inscripción de la base se hace una comparación con el Coloso de Rodas y también se ve el nombre de un emperador Bizantino, Constantino Porfirogeneto (912-959) quien la restauró y la cubrió con paneles de bronce. La columna tenía 32 metros de altura y en los paneles se representaba a granjeros y pescadores.
Antigua muralla de la ciudad
Los maravillosos baños turcos de Cagaloglu, construido en 1741, y que es toda una institución en la ciudad.
Y nos damos un paseo por la zona de tiendas donde compran los ciudadanos, no los bazares turísticos.
Una tienda sólo de botones
Y llegamos a la Mezquita de Suleimán el Magnífico.
La mezquita fue construida entre 1550 - 1557 por encargo del sultán Solimán, que gobernó entre 1520 y 1566. El proyecto corrió a cargo de Sinan, el más famoso arquitecto otomano. En el periodo del sultanato de Solimán el Magnífico, el imperio tuvo su máximo esplendor y se acercó a la extensión del imperio bizantino en la época brillante del emperador Justiniano. Solamente tuvo oportunidad de construir un templo en su nombre a los 30 años de su subida al trono; aunque fuera tarde, mandó levantar una de las mezquitas más espectaculares de Estambul.
El arquitecto de la mezquita, Sinan, es conocido como "el arquitecto que trabaja sin necesidad de utilizar un plano". Sinan vivió entre 1490 y 1588; fue el arquitecto principal de cinco sultanes y construyó durante su prolongada carrera profesional, unos 50 años, alrededor de 400 obras.
Se dice que en los tres primeros años de la construcción de la mezquita de Süleymaniye aproximadamente unas 3000 personas excavaron y construyeron una base de roca de 6 - 7 m de profundidad. Los gastos totales de la construcción de la mezquita fueron de unos 60.180 "akçe" (moneda otomana), que corresponderían en la actualidad a unos 60 millones de dólares. Otras obras que estaba realizando el arquitecto Sinan mientras construía la mezquita alargaron su construcción. El sultán, que estaba muy enfadado por esta tardanza, llamó varias veces la atención al arquitecto. Finalmente, el día de la inauguración de la mezquita, el sultán, para demostrar su alegría y expresarle su afecto al arquitecto, le cedió a Sinan el honor de abrir la puerta de la mezquita con una llave de oro...
Justo iban a cerrar por ser la hora de la oración, así que sólo la pudimos disfrutar durante un minuto.
Las vistas al Bósforo son estupendas
Justo iban a cerrar por ser la hora de la oración, así que sólo la pudimos disfrutar durante un minuto.
Las vistas al Bósforo son estupendas
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