Con la llegada del Preziosa a la flota en 2013, la empresa familiar italiana MSC dio un enorme salto cualitativo para convertirse en la tercera compañía de cruceros más grande del mundo, dejando atrás, en el recuerdo, sus comienzos, cuando sus primeros pasos en la industria se basaron en el reacondicionamiento de barcos antiguos allá por los años 80.
La nueva belleza sobre el mar era el duodécimo barco de la flota y cuarto buque insignia de la clase Fantasía, con instalaciones completamente nuevas que incluían el tobogán más largo en el mar, un enorme parque acuático para niños, mayor cantidad de oferta comercial en sus galerías interiores y el primer restaurante Eataly en alta mar. Todo ello combinado de tal manera que era el summum del distinguido ambiente mediterráneo de la compañía.
Para reforzar el significado de su nombre, las cubiertas se identificaron con joyas y piedras preciosas. Así podemos encontrar Amatista, Diamante, Ópalo, Rubí, Esmeralda, hasta un total de trece.
Dentro nos esperan las escaleras tachonadas de cristal de Swaroski, opulentas salas públicas decoradas con estampados que imitan las pieles de animales, mosaicos de vidrio relucientes, blancos mármoles y el obligatorio cristal de Murano.
Hablando de entretenimiento, debemos destacar el Platinum Theatre, con fabulosas representaciones que cambian cada noche y que se alternan con música en vivo a lo largo del barco en los numerosos salones. Para los que adoran el riesgo y el juego, la adrenalina tomará el poder en el Millennium Star Casino, con una amplia variedad de opciones lúdicas, donde quién sabe si nos esperan jugosos premios.
Algo más relajado es el Sport and Bowling Dinner, algo relativamente nuevo en la flota MSC, que nos brinda la oportunidad de demostrar nuestra habilidad en la magnífica bolera o simplemente ver las retransmisiones deportivas mientras disfrutamos de una bebida en un ambiente muy especial.
Y para disfrutar del ambiente del barco mientras hacemos amigos o charlamos con los que ya tenemos nada mejor que elegir cada noche uno de los bares del barco, como el Diamond Bar o el Galaxy Club, con unas vistas impresionantes sobre el mar y la costa junto a la que navegamos en la cubierta 16.
Nada mejor que terminar la noche en el Green Sax Jazz Bar, donde cada noche podemos disfrutar de actuaciones en vivo en una preciosa sala que nos recuerda las ciudades americanas donde nació y se desarrolló este estilo musical.
El restaurante principal del barco es el Golden Lobster y está distribuido en dos cubiertas. Elegante y cómodo, con una decoración basada en el mármol y el cristal de Murano, ofrece una estupenda experiencia gastronómica que se basa en una exquisita cocina mediterránea con algún que otro guiño a la internacional para satisfacer todos los paladares.
Otros restaurantes a mencionar son L'Arabesque, en la popa, con sus magníficas vistas sobre el mar o el obligatorio Eataly, revolucionario por su diseño y su formula culinaria que nos regala el auténtico sabor de la cocina italiana con una carta de 18 sabrosos platos y la posibilidad de aprender su preparación de manos del habilidoso chef.
Para los desayunos o cenas tipo buffet debemos acercarnos a los bufets Maya e Inca que sin duda son los más socorridos y frecuentados al llegar hambrientos de las excursiones de tierra, decorados de manera que parece que estamos disfrutando de sus platos en un restaurante mexicano o peruano.
Dejando atrás la oferta gastronómica otros lugares como la Locanda tienen en su carta exquisitas y sabrosas pizzas de delicados sabores para dejar realmente satisfecho nuestro paladar, acompañándolas con exquisitos vinos italianos.
Por todo el barco el diseño en los espacios dedicados a la transición entre salones, bares, y demás espacios públicos es sencillamente elegante y sencillo, con el uso de materiales nobles perfectamente combinados y que en todas sus formas pueden servir como marco perfecto para cuna fotografía que nos recuerde nuestro paso por el barco.
Como en todos los barcos de MSC de la serie Fantasía, la sensación de corazón del barco la percibimos al entrar en la maravillosa Phoenician Plaza, que actúa de lugar de encuentro y relax y antecede a la galería de tiendas, el teatro o el casino.
No vamos a abandonar el barco sin hacer unas últimas compras, y para ello el MSC Preziosa dispone de una completísima galería comercial que pone a nuestra disposición perfumerías, joyerías, tienda de logo MSC, confitería y mucho más para llevarnos un recuerdo de nuestro paso por el barco.
Sin duda el MSC Preziosa hace honor a su nombre. Elegante y sin estridencias, muestra el saber hacer italiano en cuanto al diseño y distribución de salones, camarotes y espacios públicos con exquisitas combinaciones de materiales nobles. La gastronomía no decepciona, muy al contrario, sobrepasa nuestras expectativas dejándonos muy buen sabor de boca. El servicio es excelente, atento y educado.
Todo esto nos lleva, sencillamente, a querer volver a viajar con MSC muy pronto, donde nos esperan experiencias únicas e inolvidables en todos y cada uno de sus preciosos barcos.
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