sábado, 3 de marzo de 2018

San Petersburgo Imperial (III)

La siguiente actividad que disfrutamos fue pasear en barca por el Neva y sus canales. Embarcamos frente a la Catedral de San Isaac.


La barca era sólo para nosotros, así que nuestra Natasha se dedicó en cuerpo y alma a desgranar toda su sabiduría fluvial.


El río Nevá, de 74 km de longitud, va desde el lago Ladoga  y tras pasar por el istmo de Carelia a través de la parte occidental del óblast de Leningrado (región histórica de Ingria) y la ciudad de San Petersburgo desemboca en el golfo de Finlandia. El «Río Neva con sus riberas y embarcaderos» forma parte, del lugar Patrimonio de la Humanidad llamado «Centro histórico de San Petersburgo y conjuntos monumentales anexos». A pesar de su modesta longitud, es el tercer río más caudaloso de Europa, tras el Volga y el Danubio.


En la Edad Media, el río tenía una gran importancia, ya que al ser ancho y navegable constituía un canal de comunicación entre el mar Báltico y el Volga, hacia el oriente. La confluencia del Neva y el Izhora fue el escenario de la famosa, aunque escasamente documentada, Batalla del Neva (1240) entre los suecos y los rusos. Alejandro Yaroslávich, príncipe de Nóvgorod, ganó esta batalla y asumió el sobrenombre de «Nevski», que significa «del Neva».


Durante el siglo XVI, la desembocadura del Nevá albergó la fortaleza sueca de Nyen, y un entrante de tierra en el Ladoga, la fortaleza rusa de Oréshek, después llamada Shlisselburg. La fortaleza de Nyen fue destruida por Pedro el Grande, después de fundar la Fortaleza de San Pedro y San Pablo , en 1703. Situada en la Isla de Liebre, la fortaleza se considera en la actualidad la primera estructura del San Petersburgo de nuestros días. Fue también Pedro quien ordenó la construcción del canal Ladoga uniendo el Neva con el Voljov y el Svir unos kilómetros al sur del Ladoga.
El afamado clérigo ruso Rasputín se ahogó en el río en 1916. ( ya hablaremos de Rasputín)


 La ciudad de San Petersburgo es un verdadero "museo de puentes". Hay más de 40 islas, más de 60 ríos y canales y 342 puentes sobre ellos, que dan al carácter de la ciudad rasgos románticos. 22 grandes puentes que cruzan el río Neva son levadizos, o sea, se levantan de noche para dejar pasar a los grandes barcos mercantes. Estos puentes levantados son uno de los símbolos de San Petersburgo y en verano este espectáculo nocturno atrae miles de personas, especialmente durante la temporada de las famosas "Noches Blancas". En invierno los puentes no se levantan porque todos los ríos y canales están congelados y no hay navegación. Si tenemos la suerte de coincidir con la temporada, podremos contratar el tour nocturno por los puentes levadizos de San Petersburgo

El Hermitage desde el río..

Los ríos y canales más pequeños de San Petersburgo tienen puentes extraordinariamente hermosos, decorados con estatuas, detalles artísticos en suntuosos dorados y elegantes farolas.  

La Fortaleza de San pedro y San Pablo


El Palacio de Mármol. La construcción del palacio, se inició en 1768, duró 17 años y se terminó en 1785. El material principal de construcción de la decoración exterior e interior del edificio era una piedra natural: granito y mármol de diferentes colores, que da al palacio una originalidad única y su nombre.

El antiguo Hotel San Petersburgo, se convertirá en breve en el Hilton San Petersburgo

Y pasando por debajo de un puente entramos a Fontanka, con el Palacio y los Jardines de Verano de Pedro.






 Y nos cruzamos con una divertida boda!!!


Fontanka  es una rama izquierda del río Neva , que fluye a través de la totalidad del centro de San Petersburgo. Su longitud es de 6.700 metros, su anchura es de 70 metros y su profundidad es de hasta 3,5 metros. El canal Fontanka es el corazón de las antiguas residencias privadas de la nobleza rusa .


Hasta mediados del siglo XVIII, el río Fontanka fue considerado como el límite sur de San Petersburgo. Sus bancos se alinearon con las amplias propiedades ​​de miembros de la familia imperial rusa y la nobleza, como el Palacio de Verano y el Palacio Anichkov . En 1780-1789 Andrey Kvasov supervisó la construcción de los diques de granito y lo acerca al río. El lecho del río se regularizó también.



 Entre los tesoros de la arquitectura barroca a lo largo de las riberas del río encontramos los Palacios Sheremetev, Palacio Beloselsky-Belozersky , Palacio Shuvalov , y la iglesia de San Pantaleón. En notable neoclásico, estructuras del siglo XVIII como el Instituto de Catalina, el Palacio Anichkov y el palacio de Yusupov. Algunas de las mansiones contienen museos de los escritores y compositores que vivieron allí: Gavrila Derzhavin , Alexander Pushkin , Turguenev Ivan , Anna Ajmátova y otros.
Aquí se encuentra el único circo permanente, en un edificio de toda Rusia.

El Fontanka es atravesado por quince puentes, incluyendo el del siglo XVIII Puente de Lomonosov y el extravagante Puente egipcio . El más famoso de ellos, el Puente de Anichkov , ayuda a la avenida Nevsky Prospekt a pasar sobre el río.



En el malecón del río Fontanka, cerca del puente, se encuentra una pequeña escultura de un pajarito, llamado "Chízhik-Pízhik" . Su altura es solo 11 centímetros. El nombre viene de una antigua canción irónica sobre los estudiantes de la cercana Escuela Imperial de Derecho, situada en el siglo XIX en el malecón de Fontanka, 6, donde estudió también el famoso compositor Piotr Chaikóvsky. Estos estudiantes tenían uniformes con los colores de una especie del pajarito "pardillo", (en ruso "chízhik") y por eso tenían este apodo. La canción se refería a lo que los estudiantes bebían el vodka en una cercana taberna situada en el malecón de Fontanka. Siempre hay gente en el malecón intentando lanzarle una moneda al pajarito, para que se quede en la estatua sin caer al agua, lo que promete suerte. Este peculiar monumento fue puesto en el año 1994 y desde entonces es uno de los más queridos por los sanpeterburgueses y turistas.

El puente de Pantaleón cruza el río Fontanka junto al Jardín de Verano como una continuación de la calle Péstelya. En el año 1905 un puente parecido (puente Egipcio) se derrumbó mientras lo cruzaba un batallón de soldados. En su lugar en los años 1907-1908 se construyó el puente actual. Tiene una decoración del estilo imperial, con águilas bicéfalas doradas sobre coronas de laurel.

 Y nos vamos acercando al acorazado Aurora...

El Aurora, era el tercero y último de los tres cruceros protegidos que componían la clase Pallada, construidos en San Petersburgo para servir en el Océano Pacífico. Los tres buques, prestaron servicio durante la Guerra Ruso Japonesa (El crucero Pallada fue hundido por las fuerzas japonesas en Port Arthur en 1904; el tercer buque de la clase, el Diana, fue internado en Saigon tras la Batalla del mar Amarillo).


El Aurora formaba parte del Primer Escuadrón del Pacífico, anteriormente, en la Flota del Báltico, la cual, fue enviada desde allí al Pacífico bajo el mando del Vicealmirante Zinovy Rozhestvensky. Durante el camino, sufrió algunos daños cuando fue alcanzado por fuego amigo en el incidente del banco Dogger.


 El 27 y el 28 de mayo de 1905, el Aurora tomó parte en la Batalla de Tsushima, junto al resto de la escuadra rusa. Bajo el mando del almirante Oskar Enkvist, el Aurora consiguió evitar ser destruido, al contrario que la mayoría de buques rusos y con los cruceros Oleg y Zhemchug consiguió llegar a la neutral Manila, donde fue confinado. Liberado tras el Tratado de Portsmouth en el otoño de 1905, en 1906, el Aurora retornó al Báltico, y fue utilizado como buque de entrenamiento de cadetes. Desde 1906 hasta 1912 el buque visitó varios países, e incluso en noviembre de 1911 estuvo presente en Bangkok como parte de las celebraciones de la coronación del nuevo Rey de Siam . En 1908 el crucero cooperó también en la operación internacional de ayuda a los supervivientes del Terremoto de Mesina.


Durante la Primera Guerra Mundial el buque operó en el mar Báltico. En 1915 su armamento principal, fue cambiado por catorce cañones de 152 mm. A finales de 1916, se trasladó a Petrogrado para reparaciones mayores. La ciudad, se encontraba en un perfecto caldo de cultivo revolucionario, y parte de su tripulación, se unió a la revolución de febrero de 1917. Se creó en el buque un comité revolucionario, que eligió como capitán a Aleksandr Belyshev. Gran parte de su tripulación, se unió a los bolcheviques, que estaban preparando la revolución comunista.
El 25 de octubre de 1917, el rechazo de una orden al Aurora de partir al mar, fue el punto de partida de la revolución de octubre. A las 9.45 p.m. un disparo de su cañón de popa, fue la señal para el inicio del asalto al Palacio de Invierno, en el cual, tomó parte su tripulación.

Como buque museo, El Aurora, se convirtió en una de las principales atracciones de San Petersburgo, y continua siendo un símbolo de la revolución comunista y un tributo a la historia de Rusia. Además de su función como museo, una parte del buque, continúa con su papel naval, con una tripulación que entre sus funciones, tiene el cuidado y seguridad  del buque, y la participación en ceremonias militares y de gobierno. La tripulación, se considera activa, y bajo entrenamiento y leyes militares.

Entre 1984 y 1987 el crucero, abandonó su papel de museo, para entrar una vez más en los astilleros Admiralty, para ser sometido a una restauración a fondo. Debido al deterioro del casco bajo la línea de flotación, esta zona fue sustituida por nuevas placas soldadas, según los planos originales. Las placas cortadas, fueron remolcadas al golfo de Finlandia, donde fueron hundidas cerca de la costa. La restauración, reveló que algunas partes del buque, incluidas las placas de blindaje, estaban originalmente fabricadas en el Reino Unido, lo cual puso en duda la imagen de que el crucero, era un auténtico logro de la ingeniería naval rusa.
El Aurora es hoy en día el buque en activo más antiguo de la Armada rusa, y su tripulación de servicio, está comandada por un capitán de primera clase.
Desde 1956 hasta hoy en día 28 millones de personas, han visitado el Aurora.

Y seguimos paseando por el río, con otros barcos restaurados que nos llevan al pasado fluvial y marítimo de la ciudad.

 El Puente Trotsky...

 Y rodeamos la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, pasando por delante del Museo de Artillería y el Zoológico.




Salimos del canal y vamos volviendo al embarcadero



El Almirantazgo.


El Almirantazgo es una obra maestra de la arquitectura rusa y mundial, un gran logro del arte clásico. El Almirantazgo se considera centro arquitectónico y de composición de San Petersburgo, ya que de su torre brotan tres calles principales: avenidas Nevsky, Voznesensky y calle Gorohovaya. Alrededor de su edificio se concentran tres plazas principales: la de los Decembristas, la de San Isaac y la de Palacios.
Fue construido en forma de la letra griega para albergar los primeros astilleros de la nueva capital según el diseño del Pedro el Grande. El patio interior del Almirantazgo fue rodeado de fosos y canales. También el edificio albergó los departamentos estatales de la Flota Rusa.

El edificio moderno de piedra fue erigido en 1806-23 según el diseño de Zakharov para conmemorar las victorias de la Flota Rusa. En el centro de la fachada de 400 metros se levanta una torre de 72 metros coronada por un barquero que se considera el símbolo de San Petersburgo. La torre divide el edificio en dos alas, en una de las cuales se albergaban los departamentos administrativos y otra pertenecía a la industria naval.
Zakharov repitió el motivo del arco cortando la fachada del edificio en dos pabellones dando al rio Neva. El ritmo regular del Almirantazgo es un ejemplo de la síntesis arquitectónica y escultórica. Zakharov invito al grupo de los mejores escultores rusos encabezados por Th. Shchedrin. El alto relieve principal de la torre "El establecimiento de la Marina en Rusia", obra de Terebenev, testimonia el uso del edificio: la construcción de barcos y la navegación.



 Y llegamos al punto de partida.

Y del paseo en barca nos fuimos corriendo a la noche folclórica que teníamos contratada en el Palacio Nikolaevsky. Personalmente no soy de folclores, pero esta me pareció una noche diferente, y no me defraudó. Tanto los bailarines, el vestuario, como el escenario en sí valieron los 50€ de la noche.

Este magnífico show no solo brinda la oportunidad de ver un espectáculo folclórico inolvidable, sino además la posibilidad de SENTIRSE implicado en este show, que se llama "Feel yourself Russian!" ("Siéntase ruso!")... Durante las 2 horas de este dinámico y vivo espectáculo disfrutamos de las animadas y armónicas canciones, los vivaces bailes procedentes de diferentes partes de Rusia, y comprobamos que algunos objetos como una  sierra, cucharas de madera y otros artilugios de la vida cotidiana tradicional, pueden ser usados como instrumentos musicales.

Antes de entrar al espectáculo y durante el descanso habían dos bailarines danzando al son de un grupo de cuerda..

Esta placa recuerda a Lenin...

Y empieza el espectáculo. Primero un magnífico coro que interpretaba canciones tradicionales rusas a capella.

Luego, dieron paso a un coro de hombres y mujeres con cuerpo de baile. El show folclórico representa 3 conjuntos profesionales: "Peters Quartet", "Maidan" y "Stars of St. Petersburg".






El espectáculo consiste en 2 partes, (cada una es de 45 minutos) y dura aproximadamente 2 horas incluyendo una pausa para degustar unos entremeses y bebidas (a los visitantes se les ofrecen canapès con caviar, queso y jamón; un poco de fruta, vino tinto y blanco, vodka, zumo y agua mineral). 

El palacio es una muestra de la arquitectura del siglo XIX, construido por el famoso arquitecto alemán nacido en Rusia Andrey Stakenshneider para el hijo del Emperador Nikolai I, Gran Duque Nikolai. Debido a este hecho, el nombre actual de la residencia del antiguo Gran Duque es el Palacio de Nikolayevsky.
El Palacio es único no sólo por su diseño arquitectónico, sino también  porque ofrece recuerdos de la historia de los siglos de existencia de la ciudad. Los muros del Palacio guardan acontecimientos de la vida cotidiana de la familia del Gran Duque, así como de las actividades de los nuevos representantes de la clase política.



Y este gatito nos recordó que aunque lucía el sol, eran las 11 de la noche y debíamos retirarnos a dormir...


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