martes, 1 de diciembre de 2020

Historia de una pasión. El Vuelo de Hermes y la radio.

 ¿Existe algo más hermoso que contar historias? ¿Hay algo más apasionante que relatar leyendas? ¿Quién puede resistirse a viajar con la imaginación?

Estas tres preguntas fueron la base para crear mi blog de viajes El Vuelo de Hermes. Quería compartir con quien quisiera leerme mi pasión por los viajes, contar lo que había sentido, visto, oído en mis viajes por el mundo. No por presumir, ni por crear envidias (aunque fueran de las buenas), sino  por el ánimo de ayudar a otros viajeros a preparar su viaje, a darles una entradilla de lo que iban a ver, como un avance. Pronto, muchos de mis lectores me dijeron que ya que no podían viajar por razones económicas o familiares, lo hacían gracias a mi blog, a lo que yo escribía y a las fotos que acompañaban mis palabras. 

Así, y casi por casualidad empezaron a conocerme primero a nivel insular, en mi isla, Tenerife, y surgieron las primeras entrevistas, como la que realicé sobre cruceros en Radio Isla.


Más adelante, fue el muñeco Stabri Monogo, otro gran viajero que me acompañó en muchos destinos y de nuevo los viajes que había escrito en mi blog, los que me llevaron a otro programa en la Cadena Ser. Esta vez sería para hablar de nuestros viajes juntos ya que en unos días nos íbamos de crucero al Caribe y luego a Puerto Rico y Suiza.

Haciendo promoción de los apasionantes atractivos turísticos de la isla de Gran Canaria, llegó la siguiente oportunidad para sentarme frente a los micrófonos, ésta vez de la mano de Kiko Barroso, de Canarias Radio, en su programa "Roscas y cotufas", otro gran andante del mundo y donde dimos rienda suelta a nuestra pasión por el viaje. 

Y por fin llegó mi gran momento, la oportunidad de oro que apareció en mi vida sin esperarlo.

David Sierra, de Radio Nacional de España, se puso en contacto conmigo para que hiciera una serie de programas que se escucharía a nivel nacional e internacional en su programa "Esto me suena, verano", en 2019.


Y ahí estaba yo, sentado solo, por primera vez ante un micrófono, sin un interlocutor frente a mí, sin un referente físico, tan solo una voz, que desde el otro lado de mis auriculares había apostado por mí sin conocerme apenas. Teniendo en cuenta que David me había llamado para participar en su programa como colaborador, después de tan sólo un par de conversaciones por teléfono, de un intercambio de impresiones...imponía.

¿Pero quién dijo miedo? El mundo es de los valientes, ¿verdad? Así que me tiré a la piscina y superando los primeros miedos me dejé llevar por la magia de la radio. A partir de ahí todo fue como la seda, grabamos los programas de un tirón, pero al final, cuando le había cogido el gustillo, llegó el final...

En fin, fue bonito mientras duró. Viví de ese recuerdo hasta junio de 2020, cuando de nuevo volvió a llamarme Sierra para proponerme otro reto. Esta vez sería en horario nocturno, en el programa de Radio Nacional de España "Gente Despierta", y hablaríamos en esta ocasión de las grandes capitales del mundo.

Y ahí estaba yo de nuevo, sentado frente al micrófono, feliz como una perdiz, como suele decirse. Otra temporada más dando rienda suelta a mi gran pasión, haciendo viajar a mis oyentes. Era pura magia...

Tras grabar los seis programas del 2020 que tenían un carácter especial debido a las limitaciones de viaje debidas a la pandemia, y cuando de nuevo volvía a sentirme eufórico porque sentía que había encontrado mi lugar, mi radio, llegó de nuevo el final.

Otra vez triste. Pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde y no dejo de pensar en que seguramente muy pronto podrá volverme a sonreír la fortuna y de nuevo El Vuelo de Hermes alzará sus alas y viajará por las ondas hasta quien desee escucharlo, gracias a la inigualable magia de la radio.