viernes, 2 de marzo de 2018

San Petersburgo Imperial (II)

 La siguiente visita era el Metro, que no tiene nada que envidiar al de Moscú. Durante el periodo Stalinista se estableció la obligatoriedad de la construcción de un suburbano para todas aquellas ciudades de la Unión Soviética que sobrepasasen el millón de habitantes, San Petersburgo estaba entre ellas. Hay una interesante visita guiada por el metro de San Petersburgo, que nos relata curiosidades muy interesantes


 La primera línea de metro se construyó en Moscú, así que los proyectos para San Petersburgo se hicieron según el modelo de la capital. Pero la primera línea aquí no pudo ser abierta hasta el año 1955 debido a las dificultades geológicas para la construcción del metro (el Neva, varios ríos subterráneos sobre el territorio de la ciudad y la cercanía al Golfo de Finlandia)

Las estaciones de antigua construcción (estaciones Stalinistas) son las mas profusamente decoradas, mientras las mas recientes son las más funcionales. Las estaciones concurridas tienen la curiosidad de tener la plataforma de pasajeros separada de las pistas por puertas de acero que abren simultáneamente con las puertas del tren que llega, es el sistema conocido como ascensor horizontal.


 El metro de San Petersburgo es el más profundo del mundo con una media de 60 metros de profundidad, con máximas de 110 metros,  y recordemos que está construido en una zona pantanosa y repleta de ríos, y que sus cuatro líneas pasan por debajo del rio Neva, el río mas caudaloso de Europa con una profundidad cercana a los 25 metros.

Las columnas están forradas en cristal de Bohemia...
 En las escaleras mecánicas es norma de obligado cumplimiento colocarse en la parte derecha, dejando el lado izquierdo de la escalera para aquellos que tengan prisa y bajen o suban andando.

 En el metro de san Petersburgo existen 10 estaciones del tipo ascensor horizontal, y en toda Rusia no existen mas estaciones de este tipo. Este sistema consiste en un anden aislado de las vías por una pared provista de puertas metálicas que se abren a la llegada del tren haciendo coincidir las puertas de los vagones con las del anden, produciéndose su apertura simultáneamente La frecuencia entre dos trenes es de 50 segundos en horas punta a 4 minutos durante las horas de menos afluencia.

Esta cifra da idea de la perfección y eficiencia del sistema metropolitano de San Petersburgo. Con una longitud de cerca de 100 kilómetros de líneas y 58 estaciones, el metro de San Petersburgo tiene una altísima intensidad de uso con mas de 4 millones de personas al día, lo que resulta unas 40.000 personas por kilómetro y día. Esto provoca en las horas puntas (alrededor de la una del mediodía) y a pesar de la elevada frecuencia entre convoyes, unos tremendos atascos en el interior de un vagón, siendo muy normal el presenciar a la salida de los vagones autenticas carreras por " a ver quien llega primero" a las escaleras mecánicas y no sufrir las tremendas colas que se suelen producir para salir al exterior.


En su interior, los vagones disponen de dos filas de asientos dispuestas longitudinalmente, para un mejor aprovechamiento del espacio. En Rusia conservan la buena educación y costumbre, tan perdida  en otros países de ceder nuestro asiento a las personas mayores y a mujeres embarazadas e incluso a los niños y sus acompañantes.


 Las estaciones de metro difieren bastante de las del resto de los metropolitanos del mundo, en lo que se refiere a su acceso. Mientras las entradas de los europeos, suelen estar aisladas en mitad de la calle, mediante unas escaleras que descienden a los andenes, las entradas de metro de San Petersburgo están "camufladas" en las fachadas de los edificios, pudiendo pasar desapercibidas para el neófito, si no se percata de la pequeña letra "M" azul sobre fondo blanco que indica su existencia; es mas, suelen parecer entradas a grandes almacenes por la cantidad de gente que entra y sale por sus puertas, puertas situadas en muchas ocasiones en los bajos de edificios de vecinos.

Para acceder a los vestíbulos en los que se encuentran las taquillas y las escaleras mecánicas que descienden a los andenes, normalmente deberemos subir 5 o 6 peldaños que elevan el suelo del vestíbulo respecto a la calle, con el fin de evitar que en caso de inundaciones (muy frecuentes en San Petersburgo) los túneles se aneguen de agua.
 Partiendo del centro, nuestro recorrido puede comenzar por la estación Pl. Vostania situada junto a la estación de Moscú, siendo de las primeras estaciones se inauguró en 1955, se trata de una estación estalinista donde se cumple a la perfección las ideas de este personaje de convertir el metro en el palacio del pueblo.

Desde aquí nos dirigimos hacia el sur, haciendo una parada en la estación Pushkinskaia, dedicada al famoso poeta y cuya estatua suele tener siempre a sus pies flores llevadas por alguno de sus infinitos admiradores; la estación esta cubierta de mármol.

 Posteriormente nos dirigiremos hasta Avtova, dependiendo de la hora y para estar mas cómodos en el metro parando a la ida si hacemos el recorrido por la mañana muy temprano, cuando la gente sube del sur para acudir a sus trabajos en el centro, o por el contrario parando en las estaciones intermedias a la vuelta si el recorrido lo hacemos mas tarde y la línea que baja al sur va llena de pasajeros; en todo caso las estaciones en las que nos debemos apear son Baltiskaia, Narskaia y Kirovski zavod, la primera decorada con mármol blanco y gris y la segunda con columnas cuyos frisos hacen referencia a los distintos trabajos de la persona: maestros, militares, obreros... Kirovski Zavod esta decorada con falsos tragaluces y motivos forjados en hierro que hacen referencia a la mecánica (engranajes, ruedas..) sobre sus paredes de mármol. Finalmente Avtova esta decorada con espectaculares lamparas de araña sobre las vías y columnas de cristal en las cuales están esculpidas estrellas de cinco puntas, haciendo referencia a uno de los símbolos del comunismo.



Volvimos a montar en el autobús, que nos estaba esperando a pie de boca de metro y nos dirigimos a la Catedral de Nuestra Señora de Kazan. Quien prefiera contratar una excursión, recomiendo la interesante visita guiada por la Avenida Nevsky y alrededores


La Catedral de Nuestra Señora de Kazan es una de las obras maestras de la arquitectura rusa del siglo XIX. Fue construida en el lugar de la antigua iglesia de piedra para guardar el icono maravilloso de Nuestra  Señora de Kazan, a la cual se debe su nombre.  


En 1800 Imperador Pablo I ordenó construir la Catedral según el modelo de la Basílica de San Pedro en Roma. Su diseño fue elaborado por el arquitecto A.Voronikhin, quien había sido siervo de gleba del Conde Stroganov, más tarde se hizo profesor de arquitectura en la Academia de Bellas Artes.

 
Los cimientos fueron hechos un año más tarde; la construcción de la Catedral duro 10 años. Fue diseñada en forma de cruz latina. Voronikhin tenía que resolver una tarea difícil. El problema era que para conservar los cánones de iglesia, el altar tenía que encontrarse en el este, mientras que la salida principal y la fachada darían al oeste.
Así, la avenida Nevsky era la parte lateral y no fachada principal. Voronikhin resolvió el problema complementando la catedral con la gran columnata semicircular abierta a la avenida, que añadió belleza a la Catedral. Además, la columnata se levantó hacia arriba con una escalera ancha. Las alas de la columnata forman la plaza frente a la Catedral. y los portales monumentales, simultáneamente sirven de paso. Voronikhin intentó construir una columnata parecida en la parte sur; pero, la Guerra de 1812 rompió sus planes. 


La Catedral de Nuestra Señora de Kazan es una de las cumbres de la arquitectura clásica y ejemplo brillante de la síntesis de las artes. Los mejores escultores y artistas como V.Borovikovsky, V.Shebuyev, O.Kiprensky, A.Yegorov, A.Ivanov tomaron parte en su decoración. Pintaron el iconostasio y otras partes de la Catedral.
 El icono de Nuestra Señora de Kazan, de tradicional estilo greco-bizantino, habría sido pintado, según los expertos, en Constantinopla durante el siglo XIII.


La obra sagrada presenta la imagen de medio cuerpo de la Santísima Virgen sosteniendo al Niño Jesús sobre sus rodillas, quien esta casi de pie y en actitud de bendecir a su madre, hacia quien levanta su mano derecha.
El icono esta recubierto con una lámina de plata que cubre la figura y las vestimentas, dejando solamente visible los rostros de la Madre y el Hijo. Bajo esta cubierta el diseño y los colores se conservan perfectamente, lo que lleva a considerárselo no solamente una pieza de altísimo valor religioso, sino también una verdadera obra de arte. La lámina que recubre la imagen data del siglo XVII y contiene incrustaciones de diamantes, esmeraldas, rubíes, zafiros y perlas, la mayor parte de los cuales fueron agregados por diversos donantes que de este modo quisieron expresar su devoción a la Sagrada Imagen.

El día 1 de Octubre de 1552, fiesta de la "Protección de la Virgen", el ejército del Zar Ivan el Terrible toma por asalto los muros de la ciudad de Kazan, capital hasta ese momento del Reino Tártaro. El Zar, en acción de gracias por el triunfo obtenido, ordena construir un gran basílica en honor de la Madre de Dios, dedicándola al misterio de la Anunciación.
 Durante el año 1579 Kazan fue asolada por un violento incendio que destruyó la mitad de la ciudad. Mientras la población se recuperaba lentamente de la desgracia, la Virgen se aparece a una niña de nueve años. Le ordena excavar entre las ruinas porque allí encontraría el Santo Icono. El día 8 de Julio de 1579, entre las cenizas es encontrada la imagen de Nuestra Señora de Kazan.

 Trasportada hasta la Catedral de la Anunciación de Kazan, comienza a ser objeto de gran devoción religiosa, atribuyéndosele innumerables milagros. Allí permaneció hasta el año 1612 cuando la imagen es transportada a la ciudad de Moscú. En 1790 el Zar Pedro el Grande la la invoca como "protectora y estandarte" en la batalla de Poltava, contra Carlos XII de Suecia. Después del triunfo ruso el icono es entronizado en la Catedral de Moscú y luego transferida a San Peterburgo y puesta en un santuario que se le dedica.

La noche del 29 de Junio de 1904, durante una revuelta popular, desaparece junto a otros tesoros de la Catedral de Nuestra Señora de Kazan.
Después de casi sesenta años reapareció en una exposición de arte en Estados Unidos. Tras verlo en el pabellón soviético en la Feria Mundial de Nueva York de 1964, el Ejército Azul de Fátima logró reunir los varios millones de dólares necesarios para comprarlo y llevarlo al santuario portugués el 21 de julio de 1970. En 1970 se concreta la compra por parte del "Centro Ruso Católico de Nuestra Señora de Fátima" y luego de ser llevada a Fátima, ese mismo año, es entronizada en la Capilla Bizantina en donde hasta hoy es venerada como signo de unidad entre el Occidente Católico y el Oriente Ortodoxo.

Posteriormente, será regalado al Juan Pablo II y éste lo donará definitivamente al Pueblo Ruso.



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