Y de allí al Museo Nacional de Praga, en la plaza Wenceslao.
Bajando por la derecha pasamos por delante del maravilloso hotel Europa.
Fue
construido en 1889; en ese momento llevó el nombre de "Archiduque
Stephan" y su diseño fue una obra maestra del arquitecto Belsky.
En el 1903 se reconstruyo el Hotel en estilo art nouveau bajo la supervisión de los arquitectos Hübschmann y Letzel. Fue escenario, entre otras películas de Misión Imposible.
Una imagen del vestíbulo.
Alrededor de la plaza hay muchísimos edificios grandes e interesantes..
El palacio Koruna (1910-1914), es obra del arquitecto Antonin Pfeiffer.
Este suntuoso edificio es característico de la inspiración babilónica de
finales del siglo XIX, fruto del interés que suscitaban las
civilizaciones orientales: las excavaciones realizadas en Mesopotamia a
partir de 1899 (redescubrimiento de los restos de Babilonia) y la
difusión de los resultados de estas investigaciones en la década de 1910
desembocaron en una explotación de los motivos monumentales llamados
babilónicos.
Las iglesias de Praga son maravillosas, de arquitecturas deslumbrantes e
historias sin igual, pero hay una en particular que se comenzó a
construir con la intención de que fuera la más grande del reino alcanzando
34 metros de alto en la bóveda.
Esta cruz marca el lugar donde Jan Palach, un estudiante checo, se suicidó prendiéndose fuego como forma de protesta política.
Desafortunadamente esa altura no logró completarse y la Iglesia de
Nuestra Señora de las Nieves alcanza los 29 metros, pero si ostenta un
récord, el de ser la iglesia con el altar más largo de la ciudad.
Su historia indica que fue parte de los muchos movimientos religiosos
que se ubicaron en el país, pero que el edificio se fue deteriorando por
la falta de inversión. Finalmente durante el siglo XVII donaciones de
los habitantes de Praga lograron reconstruirla, uno de los benefactores
más importantes fue Marshall Russworm quien fue enterrado en la Iglesia 1
año después de que fuera terminada.
¿No es maravillosa?
Este museo, en honor del gran compositor checo del siglo XIX Antonín
Dvorak, se aloja en uno de los más bellos edificios civiles del Barroco
de Praga, de fachada ocre y roja. Fue edificado por el gran arquitecto
barroco Kilian Ignaz Dietzenhofer.
Tiene solamente dos plantas rematadas por un tejado con gradas y fue
terminado en 1720. Se construyó para la familia Michnas de Vacinov y en
su origen fue conocido como el Palacio de Verano de Michna. Más tarde se
le llamó Villa América, por una posada cercana llamada América.
Siguiendo nuestro paseo hacia Vysehrad, nos topamos de golpe con este edificio neogótico.
Se trata del Hospital Maternal de San Apolinar, un gigantesco complejo
materno-infantil de horroroso aspecto, que hace recordar a películas de
miedo como La Guarida o la semilla del diablo.
Fue construido a finales del siglo XIX y llegó a albergar a más de 400
pacientes con sus correspondientes vástagos, aparte de una inclusa donde
quedaban los huérfanos. Una historia dice que hay una entrada secreta
para que las damas de alta sociedad pudieran entrar, sin ser vistas, a
dejar en el orfanato sus hijos no deseados...
Y ya en Vysehrad vemos su vieja estación de tren abandonada...que pena.
Hay pequeños palacetes que me hicieron recordar a la Grand Place de Bruselas...
Fabuloso todo!!!!
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