miércoles, 2 de enero de 2013

Eterna Atenas (II)

Nos vamos ahora a la Plaza Syntagma o de la Constitución, núcleo de la ciudad moderna que se construyó en 1835 para dar cobijo al magnífico edificio del Parlamento, que fue palacio del rey Oton I.

Pero poca gente acude a la plaza a ver este edificio que es bastante austero, sino a presenciar el famoso cambio de guardia que produce delante de la tumba al Soldado Desconocido.

Loa evzones componen la guardia elegida para velar por la sagrada tumba y el palacio del Parlamento. Llaman mucho la atención por su tradicional uniforme de falda corta y zuecos con pompones.


Puntuales como un reloj, llegan al punto indicado tres soldados de relevo que montarán guardia hasta el siguiente reemplazo. Con una coreografía perfecta y bastante llamativa que incluye giros, taconazos y un escalofriante arrastrar de pies, la ceremonia llega a su fin.




Volvemos a fijarnos en el uniforme, inspirado en el que llevaban los rebeldes en los años de la guerra de la Independencia. El bonete rojo simboliza la sangre derramada y las faldas llevan 400 tablillas, una por cada año de ocupación turca.





Después del marcial espectáculo nos acercamos al Ágora.

El antiquísimo mercado era centro de la vida social y de gobierno de la Antigua Grecia. Tanto San Pablo como Sócrates lo encontraron idóneo para exponer su doctrina y filosofía.


En el Museo del Ágora posee una notable colección de hallazgos arqueológicos y cuenta detalladamente la historia del sitio.



Lo más llamativo es su pórtico de dos pisos y 45 columnas que constituía una refinada galería comercial y que fue fielmente reconstruido en las excavaciones de los años 50.





Tal y como correspondía a sus funciones de dios, el templo de Hefesto, dentro del área de excavaciones, estaba rodeado de fundiciones y talleres metalúrgicos, constituye el templo dórico mejor conservado de Grecia y en su friso reproduce nueve de los doce trabajos de Hércules.


Recorriendo Plaka- para algunos agobiante con tantas tiendas de recuerdos y bares llenos de turistas, y para otros apasionante por las mismas razones...

...llegamos a la Iglesia de Kapnikarea en pleno centro de la calle Ermou.

Este templo es uno de los más antiguos de Atenas y el más importante entre los bizantinos. Se remonta al siglo XI y fue construido sobre un altar dedicado a la diosa Atenea. 

Dedicada a la Virgen María, lleva sin embargo el apodo de Kapnikarea, haciendo referencia al recaudador de impuestos que era al mismo tiempo responsable de la Iglesia.

No dejan sacar fotos en su interior, que por otra parte es pequeño y muy oscuro, pero a título de curiosidad, debo decir que se diferencian tres partes: la iglesia principal dedicada a la Virgen, la capilla de Santa Bárbara más otra capilla anexa.
Estuvo a punto de ser derribada en tiempos del rey Otto, ya que se pretendía ensanchar la calle y la iglesia era un obstáculo, consiguieron salvarla donándola a la Universidad de Atenas, que la nombró patrimonio de la ciudad. Hoy el contraste entre sus añejos muros y los edificios modernos es espectacular.

Y nos despedimos de Atenas olímpicamente, ya que nuestra última visita la dedicamos al Estadio Panateneo.
Construido enteramente en mármol fue el recinto de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en 1896. Como parte de los hallazgos del arqueólogo Ziller, se restauró gracias a las donaciones de varios magnates como Averoff.

Su pista de 204 x 33 metros puede ser contemplada por 50.000 espectadores que se sientan en sus gradas para recibir a los más de 3.000 atletas que cada año compiten recorriendo los 42 km que siguen la carrera del mítico Filípides desde Marathon. Este soldado al llegar a Atenas murió del agotamiento pero a mí me gustaría vivir mil vidas para seguir descubriendo los secretos eternos de la ciudad de Atenas. 
Τα λέμε σύντομα, Αθήνα!

martes, 1 de enero de 2013

Eterna Atenas (I)

Hoy visitamos Atenas, habitada durante 7.000 años y cuna de la civilización europea.
La antigua Atenas era muy pequeña comparada con la extensa metrópolis actual, por tanto, resulta muy sencillo visitar el centro histórico y las principales atracciones y monumentos. Hay muchas joyas que se pueden descubrir paseando y como se puede ir caminando desde el centro a la mayor parte de los museos y monumentos, visitar la ciudad a pie resulta la mejor opción. Si se viaja en verano es mejor visitar los recintos arqueológicos a primera hora de la mañana y pasar las horas más calurosas en los museos, disfrutando del arte, la historia y el aire acondicionado. Si se visita la Acrópolis es mejor hacerlo más tarde, cuando el calor ha disminuido y se evitará las hordas masivas de turistas en busca de la foto de su vida. Recomiendo contratar el tour panorámico por Atenas y visita a la Acrópolis para aprovechar bien nuestro tiempo en la ciudad.
Y precisamente por la Acrópolis empezamos.


A mediados del siglo V a.c., Pericles convenció a los atenienses para empezar un ambicioso y renovador programa de edificación en Atenas, que hoy representa los logros históricos y políticos de toda Grecia.


Las obras transformaron la Acrópolis; se levantaron tres templos y una monumental entrada. El teatro de Dionisios, en la ladera sur, se construyó en el siglo IV A.C. y el de Herodes Atico en el II A.C.




Templete de Asclepio

También conocido como Odeón de Herodes Ático, fue restaurado en 1955 y hoy acoge conciertos al aire libre y representaciones teatrales.


Ya arriba acerquémonos al Pórtico de las Cariátides, con sus famosas columnas de forma femenina. 


Las que se ven hoy son copias, pero cuatro de las figuras originales se encuentran hoy en el nuevo museo arqueológico.








Y llegamos al Partenon, uno de los edificios más famosos del mundo, que se empezó a construir en el 447 a.c. Lo diseñaron los arquitectos Calícrates e Ictinos para albergar una gigantesca estatua de Atenea Partenos ( virgen) de 12 metros esculpida por Fidias. Tras nueve años de edificación de consagró a la diosa en el 438 a.c.




Aparte del proceso de restauración que parece no tener fin, la colina tiene poco más que ver, así que recomiendo recorrerla y disfrutar de las vistas de la ciudad, como el Estadio Olímpico.

La colina de Lykavittós


La Catedral


La colina Filopapo

o el Ágora

Nos acercamos al templo de Zeus Olímpico, el más grande de Grecia, ya que sobrepasa al mismísimo Partenón.





Las obras empezaron en el siglo VI a.c. durante el reinado del tirano Pisístratos, quien al parecer inició la construcción del edificio para ganarse el favor de su pueblo. Aunque las obras parecían no acabar, finalmente llegaron a su conclusión 650 años después de su inicio. Casi nada...



El emperador romano Adriano lo dedicó a Zeus Olímpico durante el festival panhelénico del 132d.c. en su segunda visita a Atenas. También mandó a colocar una estatua del dios con incrustaciones de oro y marfil en el interior, una copia de la original de Fidias en Olimpia. Junto a ella colocó una gigantesca estatua suya, aunque no se conserva ninguna de las dos...


Solo quedan 15 de las 104 columnas corintias originales, cada una de 17 metros de altura, pero son suficientes para mostrar el enorme tamaño del templo, que aproximadamente medía 96 metros de largo por 40 de ancho. En el 174 a.c. un arquitecto romano añadió capiteles coríntios a las sencillas columnas dóricas originales.

El templo está junto al arco de Adriano que marcaba el límite entre la ciudad antigua y la nueva Atenas de Adriano.