Y por fin el tren llegó a Karlovy Vary. Cruzamos el río para entrar en la ciudad..
Karlovy Vary es el nombre checo para Carlsbad (Karlsbad en alemán), que
es una ciudad balnearia situada en la parte occidental de la República
checa. Carlos IV de Luxemburgo fundó la ciudad en 1370.
Karlovy Vary es una de las ciudades más hermosas y más visitadas por los
turistas en toda la República Checa. La ciudad tiene una historia muy
interesante.
Fue fundada durante el gobierno del rey Carlos IV en el
año 1349 en el horcajo de los ríos Ohře y Teplá en la sierra Český
masív, aproximadamente 120 kilómetros de la capital, Praga. Según la
leyenda Carlos IV en persona descubrió las fuentes durante la caza de un
ciervo. Hay pruebas oficiales sobre la existencia de la ciudad a partir
del año 1370, cuando Carlos IV dio a la ciudad derechos y libertades,
además tenía las ventajas de las ciudades balnearias. En el siglo XVI sufrió
una decadencia del turismo ( sobre todo por la Guerra de 30 Años ), pero
a finales del siglo XVII floreció de nuevo. Desde entonces se ha
hecho más y más atractiva para todos sus visitantes. El propio centro se
encuentra en los meandros del río Teplá.
El chocante Hotel Thermal...
Esta columnata cobija la primera fuente de la que bebimos.
En todas las columnatas se encuentran fuentes termales con efectos
curativos. Hay 12 fuentes termales en total, las más conocidas son
Vřídlo, Rusalka, fuente del Rey Carlos IV, Príncipe Venceslao, Libuse...
Iglesia de Santa María Magdalena.
Enfrente de la Iglesia, en el suelo, está este reloj calendario analemático, es decir colocado en el suelo y con forma de elipse. Se construyó en 2007 con una superficie de 3,6 x 2,8 metros cuadrados, con citas en latín y elementos de bronce, unas hadas, para ser más concretos.
De la parte trasera de la Iglesia nace un pequeño sendero que nos enseña una vista diferente de la ciudad.
Y empezamos a subir a lo que llaman el Westend, porque a finales del
XIX, muchos adinerados ingleses construyeron y habitaron enormes
edificios de estilo inglés.
En Karlovy Vary podemos encontrar una iglesia cuya construcción se
inspiró en otra situada en los alrededores de Moscú. Se trata de la
iglesia de rito ortodoxo de Pedro y Pablo. Es difícil tener una vista
completa de la misma, pues se encuentra rodeada de casas y entre
árboles, pero el juego de colores azul y dorado de su techo y de sus
torres no la deja pasar desapercibida.
Las que hemos visto son lujosas villas propiedad de rusos, y siempre vigilante por la propiedad pública el señor Marx.
Y de vuelta en el tren, acabamos la visita... y nos despedimos de la República Checa.