domingo, 1 de diciembre de 2019

El maravilloso mundo de los cruceros (XXIII). La historia de Pulmantur Cruceros

 


Tenemos que remontarnos a finales de los años noventa para encontrar el origen de Pullmantur Cruceros. Por aquel entonces, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz eran los propietarios de Pullmantur, una empresa especializada en circuitos en autobús (de ahí su nombre) por Europa y Norte de África, además de llenar vuelos charter con destino al Caribe. Precisamente, el atrayente color y calidez de ese mar les dio la idea de incluir los cruceros en sus paquetes vacacionales, y para ello se asociaron a Premier Cruises que cedió el Rembrandt para comenzar las operaciones  en 1998 en el Mediterráneo.


En el año 2000, el éxito de la iniciativa facilitó que Premier les cediera otro barco, el Sea Wind Crown. Pero la felicidad duró muy poco, ya que la compañía de cruceros quebró y Pullmantur quedó huérfana de barcos.

Los empresarios entonces se decidieron a comprar un barco, el Oceanic, que retomaría la ruta mediterránea con salida desde Barcelona y que fue el pistoletazo de salida para la nueva pasión por la navegación de un público menos elitista, que hasta entonces había contemplado de lejos la posibilidad de unas auténticas vacaciones en el mar.

El inmediato éxito del Oceanic y su ruta impulsaron la compra del R Five, vendido por la entonces en quiebra Renaissance, para reforzar en 2002 el circuito del Mare Nostrum, añadiendo un poco más de lujo y la posibilidad de financiar unas vacaciones soñadas. El nuevo Blue Dream operó con la compañía española hasta 2004, año en que pasó a Oceania Cruises.

El año 2003 vio la apertura de dos nuevas rutas por el Caribe y el Adriático e incorporarse a la joven flota dos nuevos barcos, el Pacific y el R Six.


 El primero se hizo enormemente popular por la serie Vacaciones en el Mar, que popularizó su nombre, Pacific Princess, y cómo no, el mundo del crucero como un destino vacacional en sí mismo. Los españoles adoraban navegar en un barco tan conocido aunque fuera un buque entrado en años, ya que fue fletado en 1970.

El R Six, por su parte, ofrecía un nuevo salto cualitativo a la compañía, con una decoración a la usanza de los cruceros de lujo, un poco recargada y barroca, que contrastaba con su moderno aspecto exterior. El barco, al igual que su hermano, fue comprado a Renaissance y operó con Pullmantur hasta 2007, año en que pasó a Azamara.

En 2004 entra en escena el Holiday Dream, que provenía de la alemana Hapag Lloyd y donde fue bautizado como Europa, y en la que hacía cruceros casi exclusivamente para el mercado germano.

En 2005, la compañía abre la ruta del Báltico, lo que permitió a los españoles conocer los países bañados por ese mar y salir del típico recorrido mediterráneo.
En 2006 entra en la compañía el R7, que se conocería como Blue Moon y navegaría por aguas del Caribe y cuyo paso por la compañía fue efímero.

En verano de 2006, Royal Caribbean adquirió Pullmantur y su flota fue rediseñada añadiendo y quitando barcos que pasaron a otras subsidiarias del gigante americano. En ese momento se incorpora el Zenith, que había estado navegando para Celebrity y que retoma los cruceros por el Mediterráneo. Tristemente famoso por dos incendios originados en su sala de máquinas, era capaz de transportar más de 1.400 pasajeros en cómodas y amplias cabinas.

También se incorpora el hasta entonces Mona Lisa tomando el nombre Oceanic II, y que ya tenía sus años, puesto que se bautizó en 1965.

Llegamos a 2008 con dos nuevos bailarines en esta interminable danza de cruceros, el Ocean Dream que había pertenecido a P&O y el Empress que provenía de Royal.


A finales del mismo año se suma el Sovereign, también de RCI y que tras una reforma radical comenzó su singladura mediterránea.

En 2009, la flota ve como aparece en su nómina el Horizon, procedente de Celebrity y que se hizo muy popular por el tamaño y luminosidad de sus suites.

Finalmente en 2013 llega la última incorporación a la compañía, el Monarch que es provenía de Royal.
Es el barco más grande que se ha incorporado a la flota española, con una capacidad de más de 2.700 pasajeros y que ya era leyenda por ser el primer barco capitaneado por una mujer.

Con el español como idioma oficial a bordo, diversión sin límite para toda la familia, y una excelente gastronomía, Pullmantur ha sido sin duda una de las compañías favoritas para todos aquellos que quieren empezar su aventura crucerística sin las barreras del idioma y en un entorno agradable que les haga sentir como en casa.

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