Es difícil no enamorarse de esta
preciosidad a primera vista. Me costó resistirme a su belleza, distinción y
estilo. Sabía que había elegido bien mi crucero, el lugar donde pasar unas
vacaciones rodeado de puro diseño italiano, mimado y atendido por profesionales
que harían inolvidable mi travesía, mi sueño…
Construido, junto con su gemelo MSC
Splendida, en los astilleros franceses de Aker Yards
de St. Nazaire, combina la pureza de líneas que caracteriza a la flota con los
sistemas de navegación más actuales e innovadores, haciendo hincapié en el
aspecto ecológico de una navegación responsable.
Ya de lejos
impone por su tamaño. Se dice que tiene el largo de la Torre Eiffel y la altura de la Torre de Pisa. No lo dudo.
Es una auténtica ciudad flotante y para aquellos que piensen que se mueve y que
el mareo será un pasajero más, debo decir que en una de las travesías, ni con
olas de 4 metros, noté jamás el más mínimo balanceo.
Pero entremos
a nuestro fabuloso hotel flotante.
Lo primero que
nos agrada es el cálido recibimiento de la siempre amable y servicial
tripulación. Esperan con una gran sonrisa a que el pasaje entre para
acompañarle a su cabina, presentarle sus respetos y responderle a todas y cada
una de las dudas que pueda tener.
Antes de
ir al camarote, nuestra boca se abre para dejar escapar una expresión de
asombro ante el Main Foyer La Vele, el gigantesco espacio que se abre en medio
del barco y que atraviesa varias cubiertas.
Fijémonos en
las estrellas de este espacio de cuento. Las escaleras doradas con fulgurantes
cristales de Swarovski, con un valor de 6.000 euros por escalón…. Luego rodeemos
con nuestros pasos la cubierta y bajemos o subamos por los ascensores
panorámicos.
En la cubierta
inferior, llamada Fantasía y siempre con la vista anterior, encontramos la
recepción con tripulación que habla prácticamente todos los idiomas y el Fantasía
bar. Al otro lado tenemos un más que correcto Business Centre y la
Cyberlibrary, que combina varios ordenadores puestos a nuestra disposición y
una pequeña biblioteca con libros en todos los idiomas.
Mirando hacia
popa, nos acercamos al fastuoso restaurante Red Velvet, decorado en terciopelos granates y que
combina el diseño moderno con toques clásicos.
Subimos una
cubierta, para encontrarnos, justo sobre
el anterior, el segundo gran restaurante del barco, Il Cerchio d’Oro
con una suave combinación de colores caoba y amarillo con círculos
dorados que dan nombre al espacio.
Seguimos hacia
proa y por la vía Roma nos sale al paso la colorida tienda de golosinas La
Caramella, la tienda L’ Angolo dell Ogetto, y la oficina de excursiones.
Un poco más
adelante dos pequeñas tiendas, la Duty
Free y Il Gioiellio engatusan nuestra
vista. Para los fumadores, una pausa
para disfrutar de su cigarro o puro acompañado de un coñac, por poner un
ejemplo en el Cigar Lounge y para los jugadores llega el momento de demostrar
su destreza y su suerte en le juego en el Casino delle Palme. En la proa del coloso, encontramos el
piso superior del teatro L’Avanguardia. Si
hemos decidido tomar la vía San Lorenzo lo que nos hará detenernos a tomar un
delicioso espresso o un refrescante coctel será La Vele Bar, para invitarnos a
seguir recorriendo la cubierta , y entrar en la pequeña y elegante tienda La
Boutique, donde seguro que compraremos algún capricho. Después podemos pasar el
rato en la sala de cartas.
La siguiente
cubierta, en la parte de proa, también está ocupada por
el teatro, así que dejémoslo atrás y sigamos el recorrido por babor.
En esta
cubierta, en el exterior hay una promenade deck, o cubierta de paseo, que es
lugar privilegiado para todos aquellos que quieran hacer un poco de ejercicio
viendo amanecer o atardecer.
Dentro, la
vida sigue, relajada, como en Il
Transatlántico, el piano bar, con un diseño elegantísimo, cultural, como en la Galería de Arte, o más
desenfadada como en colorido Manhatttan con su peculiares lámparas en forma de
pompa de jabón o en el Sports bar, un lugar que encantará a cualquier
aficionado al deporte.
Sigamos hacia
popa.
¿Por qué no
parar en Il Cappuccino para transportarnos a cualquier lugar de Italia con el
sabor y el aroma de un magnífico espresso?
Seguro que nos dará ánimos para seguir investigando todo lo que aún nos
queda por ver y disfrutar, como las dos tiendas a los lados del café, la
Profumeria y el Logo Shop, con todos los
artículos imaginables con el símbolo de la compañía.
Y ahora vienen
los temáticos, acompañados por la Galería de Fotos donde podemos adquirir las
imágenes que de nuestras aventuras a bordo ha captado el fotógrafo.
De frente
encontramos La Cantina Toscana con estupendos vinos italianos y sabrosos vinos
y quesos, y seguido el Sombrero Tex Mex, un lugar perfecto para tomar una
divertida comida mexicana rodeados de una decoración de lo más original.
Para acabar el
puente nada mejor que disfrutar de una copa en L’insolito Lounge que por las
noches se convierte en Sala de Fiestas.
Y subimos en
el ascensor al puente 14, Miraggio, ya que en los puentes inferiores están los
camarotes a los que luego volveremos.
En este nivel
encontramos la amplísima cafetería L’Africana, que se convierte por la mañana
en zona de sabrosos desayunos y más
tarde en zona de buffet, exquisito y variado. Como complemento a ella aparece
la Zanzibar, otra elegante cafetería.
Entramos ahora
en la zona de esparcimiento del barco, la que se encuentra al aire libre.
Lo primero que
encontramos son dos bares, el Glass Bar y el Bar delle Fontane donde podemos
refrescarnos con un buen combinado o una simple cerveza los días de más calor.
Y en el centro de este espacio tenemos, para nuestro disfrute el Aqua
Park, formado por una piscina, varios
jacuzzis y chorros de agua que harán disfrutar tanto a los niños como a los
mayores.
Si nuestra
intención es darnos un baño pero el tiempo no acompaña no pasa nada, siempre
podemos entrar en I Tropici, la piscina cubierta cuyo techo se abre o cierra
para dejar pasar el sol o impedir la entrada del frío.
Para no tenernos que mover mucho si nos da sed
o queremos un cafecito, dentro del recinto tenemos un bar e incluso una tienda
con gran variedad de regalos y detalles que se nos han podido olvidar al hacer
la maleta.
Para finalizar
el paseo por esta cubierta, que mejor que relajarnos en el Aurea Spa,
espléndidamente atendidos por profesionales orientales en el arte de la
relajación y del cuidado de nuestro
cuerpo. Un lujo a nuestro alcance.
En la
siguiente cubierta se ubica el exclusivo Yacht Club, con servicio de mayordomo personal y todos los detalles para mimar al afortunado pasajero que se aloje
en él.
Seguimos de
nuevo hacia popa pasando por el área de los más pequeños, como Il Polo Nord,
una zona cubierta ambientada en el Polo Norte,
la discoteca para adolescentes I Graffiti, la piscina para niños o el
tobogán que baja dos cubiertas.
En popa, el
delicado restaurante L’Etoile, de cocina francesa está rodeado por el Lido
Catalano y el bar Gaudí. Una zona de relax con una pequeña piscina que sin
poderlo evitar nos invita a tumbarnos al sol, rodeados por el mar.
Y subimos a
los últimos puentes. En el Aurora
encontramos las canchas de squash, de baloncesto, futbol y tenis, y las demás
ofertas de ocio como el estupendo cine 4D,el simulador de Fórmula 1, el salón
de recreativos y como no la gran discoteca Liquid Disco donde bailar hasta
altas horas de la noche.
La cubierta
Sun, la última. tiene un área reservada para el Yacht Club, pero sobre la mitad
del barco ofrece una zona con tumbonas para relajarnos con la máxima paz y
tranquilidad al sol del Mediterráneo o del Atlántico.
Ya hemos
recorrido el barco. Ahora hablemos un poco de los camarotes.
Realmente
confortables, con un diseño muy acorde con el resto del barco, amplios y llenos
de luz, y magníficamente cuidados, como nosotros, por el cabinista de planta.
El baño no es precisamente grande, pero tampoco necesitamos mucho más si
queremos dar más espacio a lo que es el camarote en sí mismo. Frutas frescas
cada día y un estupendo balcón desde donde ver la salida o llegada del barco
mientras tomamos un refresco o desayunamos, completan nuestro refugio
particular en el barco.
Y como acabar sin hablar de los
exquisitos platos que podremos disfrutar en nuestro crucero, desde las
especialidades italianas, que cada noche nos muestra una zona distinta del
país, sabrosa y diferente, hasta la delicadeza de la cocina francesa o la
variada y especiada comida mexicana.
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