Este excelente monumento alberga uno de los lugares sagrados para el judaísmo, es la sinagoga más importante de toda Europa y la segunda del mundo.
Las filas de asientos están numeradas y muchos de ellos tienen una placa con el nombre de las personas que colaboraron en la reconstrucción o pagaron los bancos.
A la entrada, para visitarla, a los varones les hacen poner en la cabeza el gorro judío para el culto llamado kipah.
Situados en el interior te das cuenta de la lujosa y excesiva decoración que tiene, pues más que un templo parece un teatro con palcos incluidos. Posee elementos arquitectónicos góticos, bizantinos y árabes.
La historia de este lugar es realmente trágica, especialmente durante la II Guerra Mundial, ya que esta sinagoga formaba parte del guetto de Budapest y muchos refugiados se hacinaban allí encontrando la muerte ante las bajas temperaturas del invierno de 1944. Tras su evacuación, las tropas alemanas lo utilizaron como un establo para caballos, quemando en ocasiones los textos sagrados para mantener caliente al ganado.
El colorido exterior no deja indiferente, como tampoco lo hace su historia. En el año 1944, en plena II Guerra Mundial, el distrito militar se estableció en la zona, formando parte de éste la sinagoga. Luego el barrio pasó a ser un campo de concentración para los judíos. Desde allí mandaron a muchos judíos a los campos de exterminio. Otros murieron en el guetto.
Aquí está la tumba de Raoul Wallenberg, un diplomático sueco miembro de una prestigiosa e influyente familia. En las últimas etapas de la Segunda Guerra Mundial, trabajó incansablemente y corrió grandes riesgos para salvar a miles de judíos húngaros del Holocausto. Fue arrestado por los soviéticos tras la entrada del Ejército Rojo en Budapest, alegando que era un espía de la Office of Strategic Services (OSS). Falleció estando aún bajo su custodia y su muerte es hasta el día de hoy motivo de controversia.
En esta foto podemos ver los pequeños nichos-recordatorio de los que murieron por ser judíos.
La piedra se asocia espiritualmente con la presencia de cada persona. Colocar una piedra que hemos tenido en la mano y orado sobre ella, es dejar parte de nosotros mismos cuando la depositamos en cualquier sitio. Y si es sobre una tumba o en estos pequeños nichos es una señal de acompañamiento y de que llevamos a esa persona en nuestro corazón.
En memoria de los 600.000 mártires, se puede visitar una escultura llamada El árbol de la vida. Es una especie de sauce llorón que en cada hoja tiene el nombre de una persona muerta durante el holocausto judío.
Este monumento de 1991, obra de Imre Varga, porta una inscripción cuya traducción sería: " Quién podría sufrir una agonía mayor que la mía?"
La construcción del Mercado Grande empezó en 1894, pero debido a un incendio repentino unos días antes de la inauguración planeada el 15 de febrero de 1897, sólo pudieron celebrar la fiesta de inauguración del mercado. Al mismo tiempo abrieron cuatro mercados modernos más (los de la calle Hold, de la Plaza Rákóczi, de la Plaza Klauzál y de la Plaza Hunyadi). La construcción del mercado llegó a costar 1.900.000 florines, que casi equivale a los gastos totales de construcción de los otros mercados del distrito en total. Tras la inauguración entró el primer tren de cargas en el edificio y el día siguiente empezó la vida bulliciosa del Mercado Grande.
El primer director del mercado era Nándor Ziegler quien estableció una gran cantidad de reglas estrictas. Una de éstas era que los vendedores sólo podían utilizar el equipamiento del mercado, no podían levantar sus propios puestos. Los precios de alquiler de los lugares fueron rígidamente preestablecidos según los artículos que querían vender, aunque los pescadores pagaban los precios más altos porque tenían que pagar el alquiler de las neveras. Además, los comerciantes se veían obligados a aceptar una gran cantidad de reglas referidas a la higiene. El transporte de mercancías y los horarios de la venta estaban rígidamente controlados y estaba prohibido ofrecer mercancías en voz alta, gritar, cantar, silbar, usar palabrotas y blasfemar. El sistema introducido por el director no tuvo gran éxito entre los vendedores. Había varias mercancías que no cumplían con los requisitos establecidos por las nuevas reglas de calidad. En la prensa aparecían cada vez más artículos criticando el establecimiento, los clientes se quejaban de que desde la inauguración del mercado todo era mucho más caro y decían que los vendedores eran groseros y les engañaban con frecuencia.
La observación de las prescripciones fue estrictamente controlada e incluso confiscaron algunas mercancías. Pero después de las insatisfacciones de los primeros meses los comerciantes se dieron cuenta de que el tráfico comercial era cada vez más intenso y de que eso podía asegurar una existencia más estable para ellos. A lo largo de los años el mercado central iba desarrollándose tanto exterior como interiormente, el mercado de los pescados se subió al carro del éxito y empezaron la ampliación de la parte del muelle. Pero durante la Primera Guerra Mundial el caos se apoderó totalmente del mercado: los precios estaban en las nubes, los robos y las peleas eran cada vez más frecuentes.
De diseño húngaro, llevó al principio el nombre del Emperador Francisco José. La copia del remache de plata que el emperador había colocado en la inauguración de 1896 desapareció durante la revolución de 1956.
El Monte Gellért es una de las principales atracciones turísticas de Budapest y por otra parte uno de los lugares que brindan el mejor panorama de la ciudad. El monte de 235 metros de altura se encuentra en el distrito XI y es perfecto para excursiones por su riqueza en valores históricos y naturales. Este monte - llamado varias veces la piedra preciosa de Budapest- y sus alrededores pertenece al Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Cada año, los fuegos artificiales de la celebración del 20 de agosto se lanzan desde aquí.
El monte recibió su nombre del obispo Gellért, quien tenía un papel de singular importancia en la difusión del cristianismo en Hungría. Cuenta una leyenda que en 1046 los paganos lo arrojaron al Danubio desde la cima de este monte en un baúl, por lo que en honor a su martirio a partir del siglo XV este promontorio se llama Monte de San Gellért. Según otras leyendas aquí vivían muchas brujas.
Los primeros habitantes del monte eran los celtas y el sitio era una urbanización floreciente hasta el siglo 1 D.C. En la época de los reyes de la casa de los Árpád el monte llevaba los nombres Kelen y Pesti. Los balnearios Rudas y Rác a los pies del monte son obras de la época de los turcos y siguen funcionando. Había castillos en la cima y en 1813-15 aquí construyeron el centro de astrología de la Universidad de Nagyszombat que quedó destruido en el cerco de Buda de 1849.
En el monte se encuentra uno de los monumentos históricos más conocidos, la Ciudadela, que va vinculada a la revolución y guerra de independencia de 1848-49. La fortaleza se construyó después de la derrota de la revolución en 1850-54 por el orden de Julius Haynau para poder vigilar los húngaros rebeldes desde este punto estratégico. La función militar de la Ciudadela se acabó en 1897 y gran parte de los muros fueron demolidos. Hoy es un punto turístico que brinda una vista maravillosa de la capital, menos hoy, que esta demasiado nublado como para que merezca la pena subir.
Otra atracción turística y monumento histórico es la Estatua de la Libertad que conmemora la liberación de la ocupación nazi. La estatua de 1947 representa una figura femenina con una rama de palmera en la mano que alza al cielo. Obra de Zsigmond Kisfaludy Stróbl tiene 14 metros de altura y con el pedestal mide más de 40 metros.
Pocos saben que el Monte Gellért que es famoso principalmente por ser monumento histórico y excelente destino de excursionistas, también posee riquezas naturales. Su importancia geológica se basa en varias fuentes termales a los pies del monte, los más conocidos son los fuentes Mátyás, Rákóczi y Árpád. También hay varias cuevas protegidas como por ejemplo la Cueva Esteban (István) o las cuevas de las fuentes de los balnearios Gellért y Rudas. En el interior del monte se encuentra el mayor depósito de agua potable de la ciudad.
Y se nos abrió el apetito, así que fuimos directamente a comer a Vaci Utca. Por el camino nos encontramos esta vaca, que formó parte del Cow Parade.
El CowParade es una exhibición internacional pública que ha sido mostrada en grandes ciudades de todo el mundo. El concepto es simple: artistas locales decoran esculturas de fibra de vidrio con forma de vacas; luego las esculturas son distribuidas por el centro de las ciudades, en lugares públicos como estaciones de metro, avenidas importantes y parques.
Las esculturas suelen mostrar diseños que rememoran la cultura local, así como la vida en la ciudad, y otros temas de importancia local o nacional. Después de que las esculturas son exhibidas en la ciudad (durante varios meses), son subastadas, y las ganancias donadas a organizaciones sin fines de lucro.
Y la comida. El Fatal Platter:
Y como no.....Gulash!!!!
Y esta es la cajita de la cuenta. Unos 12 euros por persona con bebida.
Después de cenar era absolutamente necesario un buen paseo hasta el hotel. Así que seguimos por Vaci Utka.
Muy cerca del hotel estaba el hotel New York Palace Budapest.
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