miércoles, 3 de abril de 2019

El maravilloso mundo de los cruceros (XVI) Brilliance of the Seas.

Con sus 90.000 toneladas, el Brilliance of The Seas, como el resto de los buques de la clase Radiance a la que pertenece, ofrece todas las comodidades, entretenimiento y esencia de Royal Caribbean que los megabarcos de la clase Oasis pero en un espacio más reducido. 

Royal Caribbean que los megabarcos de la clase Oasis pero en un espacio un poco más reducido.




Empezamos a recorrer el barco por las cubiertas superiores, donde encontramos dos piscinas en la cubierta 11 que se complementan con el Solarium acristalado de tema africano que ambientan varios elefantes enormes y plantas tropicales. Si nos da hambre mientras disfrutamos de ellas podemos acudir al café y pedir unos sandwiches, pizzas o unas ensaladas. El Windjammer Café también ofrece este tipo de gastronomía.


En el área de popa encontramos las zonas para niños, con el Ocean Adventures Club y su piscina o el tobogán de agua.


En la cubierta 13 podemos practicar algo de deporte en el muro de escalada, correr por la pista de running o jugar al futbol o al baloncesto.

Tomamos los ascensores para bajar y seguir recorriendo el barco.

El corazón del barco es el Centrum, que conecta varias cubiertas y nos regala actuaciones en vivo cada noche, demostraciones de cocina, miniseminarios y reuniones en general.



Las mejores vista aéreas del atrio se obtienen desde el club Crown and Anchor, donde los socios pueden disponer de un tranquilo espacio privado.
Seguimos con el entretenimiento, visitando el teatro Pacífica, el escenario perfecto para las producciones musicales del barco.

O el Casino Royale, donde probar nuestra suerte en las múltiples mesas de cartas, ruletas y máquinas tragaperras.


Si lo que queremos es tomar una copa antes o después de la cena y hablar con nuestros compañeros de nuestras aventuras en los puertos de escala, siempre tendremos un bar a nuestra disposición, como el Café Latte-tudes, el Vintages, el Colony Club o el delicioso Schooner.





Seguimos nuestro paseo por las áreas públicas del barco y encontramos rincones como la biblioteca y sala de juegos.



Siempre hay tiempo para unas compras en la galería comercial...

El ShipShape SPA con maravillosas vistas al mar, se compone de tres secciones: el centro de belleza y salud, el área de aeróbicos y el gimnasio.


Para cerrar nuestro recorrido nada mejor que referirnos  los restaurantes. El precioso comedor Minstrel, de dos pisos elegantemente decorado, nos ofrece una maravillosa experiencia gastronómica tanto en las cenas como en los desayunos.





























Como conclusión, decir que el Brilliance es el mejor ejemplo de la clase Radiance, los más hermosos de la flota de Royal Caribbean, grandes pero elegantes y rápidos, con luminosos interiores y un ambiente acogedor, perfecto para hacer por ejemplo, un encantador crucero por el Mediterráneo.

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