El origen de esta naviera elegante e innovadora debemos buscarlo en aguas griegas, ya que fue la compañía Chandris Line, la que en 1988 decidió dar un paso adelante en su negocio para ofrecer un producto de gran calidad y crear una flota que navegara con clase más allá del Egeo. Hasta entonces, Chandris había ofrecido viajes desde el país heleno hasta Australia, pero ahora buscaba entrar en el mundo de los cruceros de placer que recorrían el precioso collar de perlas que constituían las Bahamas y las islas del Caribe. Una vez concedidos los permisos, bautizaron la nueva flota con el nombre de Celebrity y crearon un nuevo logo, usando la inicial del nombre Chandris, que en griego se escribe Χανδρή.
Los primeros buques en operar fueron el Galileo, llamado ahora Meridian, el Horizon y el Zenith.
El negocio iba viento en popa, y la compañía crea una nueva clase de barcos dentro de la flota, que toma el nombre del primero de los barcos que la compondrán, el Century, y que se basaba en una exquisita decoración y una gastronomía propia de los restaurantes de alta cocina.
Al Century se sumarían el Galaxy y el Mercury.
Llega el año 1997, y con él la fusión de Celebrity con Royal Caribbean. Tres años después la flota se ve incrementada con nuevos barcos que pertenecerían a una nueva clase que llevaría el nombre de Millenium, en homenaje a los recién estrenados años 2000. Estos buques serían aún más grandes y lujosos y navegarían por nuevos destinos como Asia u Oriente Medio. Formada por el Millenium, el Infinity y el Summit, en 2002 se añadió un cuarto barco, el Constellation, que cerraría la clase. La principal característica de esta clase, aparte de la estética y calidad de su gastronomía y servicios, fue la del uso del gas como combustible, que reducía en un 95% la contaminación generada por los cruceros que navegaban hasta la fecha.
Buscando la exclusividad en el negocio de los cruceros, Celebrity creó una nueva clase, la Xpedition, formada por tres pequeños yates que llegaban a puertos que eran muy pequeños para los grandes buques y que realizaban recorridos por lugares hasta entonces no incluidos en los cruceros habituales, como las Islas Galápagos. Tres son los barcos que forman esta clase, el Xpedition, el Xperience y el Xploration.
Y de los pequeños pasamos a los gigantes del mar de la clase Solstice, que nace en 2008 y que la forman barcos de más de 30000 toneladas e incluyen novedades como una pradera de auténtico césped, un taller de soplado de vidrio o un asador, aparte de subir el nivel de lujo para cruceristas VIP que buscaban auténticas experiencias de placer en alta mar. Esta clase está formada por el Solstice, el Equinox, el Eclipse, el Silhouette y el mayor de todos ellos, el Reflection.
Otro paso de gigante para la compañía lo constituye el Celebrity Edge, que inaugura la clase del mismo nombre en 2018, y que con sus 129.000 toneladas y capacidad para 2.900 pasajeros es el mayor de la flota. Lo más destacable aparte de su mejora energética y el diseño minimalista llevado a la excelencia, es la llamada Magic Carpet o Alfombra Mágica, una plataforma de 90 toneladas que cuelga sobre su costado y que cumple varias funciones al moverse hacia arriba o hacia abajo. Por ejemplo, puede servir como salón al aire libre o restaurante con unas impresionantes vistas al mar desde la cubierta 16 mientras navega, o utilizarse para descender en tenders al bajar a la cubierta 2.
En el 2019 se añade un barco más a la ruta de las Galápagos, el Celebrity Flora, de gran eficiencia energética y capacidad para 100 pasajeros y 80 tripulantes.
El futuro se presenta prometedor para la compañía, que en 2020 verá crecer su flota con la llegada del gemelo del Edge, el Apex que navegará por el Caribe en su temporada inaugural.
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