lunes, 1 de enero de 2024

Sri Lanka, la maravilla de Asia. (IX). Dambulla y Nalanda Gedige

Nuestra siguiente visita es la impresionante Dambulla.

Es sin duda, este conjunto de cinco cuevas llamadas Raja Maha Vihara, el complejo religioso más impresionante de los muchos escondidos entre las rocas de la isla de Sri Lanka.


Localizado en Dambulla, a unos 19 kilómetros de Sigiriya, el conjunto se encuentra a unos 160 metros de alturas sobre el pueblo del mismo nombre, por lo que de nuevo subimos un tramo de escalones que ponen a prueba nuestra fe.


Al llegar arriba el premio justifica el esfuerzo. puesto que nos espera una maravilla que nos deja sin palabras. Pero hablemos un poco de su nacimiento.
En su origen el lugar era un austero monasterio budista, asentado en una pequeña terraza natural excavada por la naturaleza en una enorme montaña de granito. 
Los monjes vivían y meditaban aquí en total paz y tranquilidad aislados completamente de los acontecimientos del mundo. Con el tiempo las cuevas fueron separándose en capillas y surgió la fastuosa decoración que podemos disfrutar hoy en día.



Esta es la flor nacional de Sri Lanka, la nymphaea stellata o lirio de agua.

Las pinturas y esculturas que veremos datan del siglo I a.C, y su excelente estado de conservación se debe a las restauraciones de los siglos XII y XVIII. Las cuevas dieron refugio al rey Valagamba en su exilio de 14 años, por lo que al volver al trono, en agradecimiento, hizo construir los templos que vemos en la actualidad.


Cinco son las cuevas que componen Dambulla, con más de 150 imágenes. De ellas, algunas datan de unos 2.000 años, y otras son regalo de reyes sucesivos, así como las pinturas del techo.


Tal y como acabo de citar, el rey, una vez recuperado el mando tras el exilio, se dedicó plenamente a engrandecer Dambulla. Una de sus aportaciones fue un enorme Buda recostado que se encuentra en la conocida como Cueva 1.






La Cueva 5 guarda 16 estatuas en pie y 40 sedentes de Buda, aparte de los dioses Saman y Vishnu que los peregrinos adornan con collares de flores y telas con los colores sagrados. También están aquí las imágenes de Vattagamani Abhava y Nissanka Malla, principales benefactores de Dambulla, por lo que se conoce esta oquedad como la Cueva de los Grandes Reyes.



También podemos ver una gran dagoba, y si miramos al techo una gran mancha oscura nos indica que el agua se filtra por un punto de la roca. El líquido se recoge y reparte con gran devoción, ya que se considera curativa.



La gran mayoría de las pinturas del techo se remontan al siglo XVIII y representan escenas de la vida de Buda, desde su sueño de Mahamaya a la tentación del demonio Mara. El resto de pinturas hacen referencia a la historia del país.




Aquí destaca la imagen de Buda dentro del makara (un arco a modo de altar)

En las cuevas restantes encontramos otras imágenes de Buda en diversas posturas de meditación rodeadas en paredes y techos de hermosas y coloridas pinturas.





Despedimos este intenso día visitando un punto importante por dos razones.
La primera es que Nalanda Gedige se considera el centro geográfico de la isla, y la segunda es su pequeño pero hermoso templo construido entre los siglos VIII y X.


El estilo arquitectónico del templo es el Dravídico, levantado para ser parte de un monasterio budista para el culto Mahayana con un marcado aprendizaje tántrico.


Su principal valor es la mezcla de elementos budistas e hinduistas. Como en los templos hindúes hay un mandapa, un vestíbulo de entrada, un deambulatorio y como imagen principal un esbelto buda en pie. Alrededor del templo hay otros relieves de dioses hindúes e incluso imágenes muy explícitas de sexo como en los templos de Khajuraho, en la India.
Rodea el conjunto del templo y la estupa un bonito y tranquilo lago.


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