viernes, 24 de mayo de 2024

China, los secretos del Imperio Celestial (I). Pekín (y IV)

 Vamos ya a despedirnos de Pekín, pero no sin antes visitar el impresionante Palacio de verano, que se encuentra a unos 12 kilómetros del centro, y que desde 1998 es Patrimonio de la Humanidad.



No debemos pensar que vamos a ver un único edificio, sino que bajo ese nombre se engloban, en 3 km², multitud de construcciones y extensos jardines a orillas del lago Kunming.
Construido  por el emperador Qianlong alrededor del año 1750. el conjunto original fue destruido en 1860 durante la Segunda Guerra del Opio, y posteriormente reconstruido por la emperatriz Cixi en 1899 para ser residencia estival de la corte y por ello sede del gobierno hasta 1908.


Los edificios más importantes se encuentran entre el lago artificial de Kunming y la Colina de la Longevidad, e incluye residencias, pagodas, teatros, muelles y un sinfín de puentes, murallas y puertas.
Para representar la longevidad de los emperadores, Hijos del Cielo, el lago tomó la forma de un melocotón, que representa la larga vida que disfrutaría la familia imperial mientras gozaba de su exclusivo retiro de verano, y que hoy es visitado por miles de personas, sobre todo pekineses en sus escapadas de fines de semana.

Una de las construcciones más impresionantes es el Gran Corredor, un pasillo cubierto de más de 750 metros de largo, que era usado exclusivamente por la emperatriz para resguardarse de la lluvia y el frío.
Decorado con unas 14.000 pinturas que hablan sobre la historia de China e imágenes de escenas de ópera tradicional, posee cuatro rotondas que simbolizan las estaciones del año, y a mitad de recorrido encontramos el acceso a la Pagoda del Buda Fragante, donde oraba la emperatriz una sola vez al año.





Se cuenta, que en el Pabellón Yulán estuvo encerrado más de una década el emperador Guangxu por rebelarse contra Cixi, totalmente aislado del exterior, con puertas y ventanas cerradas y con tan solo un pequeño patio interior donde pasear.



Otro lugar imprescindible de este extenso lugar es el Barco de Mármol, una nave cuyo casco y gran parte de su estructura fue construido en este material. Fue usado por Cixi para celebrar fiestas e impresionar a sus visitantes, como símbolo de estabilidad y longevidad. Cuando los revolucionarios llegaron aquí, vieron en él la imagen de la corrupción y la inutilidad, ya que no servía para navegar, al igual que la realeza, que no servía para nada y no entraba de ninguna manera en sus ideales.
Construido en 1755, fue reformado por Cixi al gusto europeo y para rematarlo se añadieron dos ruedas de pala a los lados para que se asemejara a los barcos de vapor. 


Hoy, el Palacio de Verano no muestra el esplendor que tuvo en su mejor época, aunque no deja de sorprendernos y maravillarnos.
De las primeras estructuras, que se levantaron en 1764 apenas quedan los cimientos, ya que fueron destruidas por las tropas británicas y francesas en 1860. Para ello fueron necesarios 3.500 soldados y estuvo ardiendo durante tres días. En muchos museos de Europa se exhiben hoy multitud de tesoros fruto del saqueo del Palacio.

Como he dicho, el recinto fue reconstruido por Cixi en 1880, con los fondos destinados a la Marina, por su 60 cumpleaños, y vuelto a destruir en 1900 por la Alianza de las Ocho Naciones.


Muchos son los puentes que podemos encontrar en el Palacio de Verano, que unen orillas o separan el lago exterior del interior...

Pero ninguno es tan espectacular como el Puente del Cinturón de Jade, del siglo XVIII, que fue erigido en el más puro estilo de los que podemos encontrar en la campiña del sur de China.
Construido en mármol, se remata con esculturas de grullas y otros animales acuáticos.
Su único arco fue diseñado para que bajo él pudiera pasar el barco dragón del emperador en su camino al río Yu.

Y abandonamos la capital China para dirigirnos a nuestro siguiente destino, Xi'an.
Para ello nos dirigimos a la Estación de tren Oeste de Pekín, inaugurada en 1996 y que era la más grande de Asia, superada posteriormente por Shanghai.

Su superficie abarca 510.000m² y ve pasar diariamente entre 150.000 y 180.000 pasajeros, aunque tiene capacidad para 400.000.

No habíamos tenido tiempo para comer, así que tuvimos que improvisar con este tipo de sandwich relleno de carne realmente sabroso.

Para llegar a Xi'an, nuestro transporte sería el tren bala.
La distancia entre las dos ciudades es de unos 1.144 kms, con una duración de viaje de unas 5 horas. Llegamos a alcanzar en un determinado punto del recorrido los 350 km por hora, y les puedo asegurar que apenas percibes que vas a tanta velocidad.
Lo mejor es que en Xi'an ya nos esperaba el ejército de los Soldados de Terracota...

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