viernes, 3 de junio de 2016

Las más hermosas islas griegas (II): Mykonos. (Opción 2) La sagrada Delos

En esta opción decidimos hacer una ruta alternativa fuera de los puntos habituales de visita en la isla. Y tan fuera que nos fuimos de la isla...


Como era mi segunda visita a la Mykonos, decidimos visitar la isla de Delos, así que caminamos hacia el muelle...






En un pequeño quiosco compramos el billete de ida y vuelta


Y subimos al barco que nos llevaría en un trayecto de media hora a la isla sagrada.




Arriba se estaba bien antes de partir, pero luego la cosa, como el viento, cambió.


Baño ' ad hoc', sencillo y funcional.




Y llegamos a Delos.




Delos es una isla diminuta, quizás la más chiquita o una de las más pequeñas de todas las islas que forman parte del archipiélago griego. Mide apenas 3.5 kilómetros cuadrados y está prácticamente deshabitada, pues apenas viven allí unas 15 personas.




Sin embargo la significación histórica y cultural de Delos es inmensa. Allí nacieron los dioses gemelos Apolo y Artemisa. En ese lugar existió uno de los santuarios y oráculos más importantes de la antigua Grecia. Sus ruinas arqueológicas (que son patrimonio de la humanidad), tienen un valor incalculable.


Se conocen diversas versiones acerca del origen de Delos, todas envueltas en la magia del mito y la leyenda. Una de las más aceptadas cuenta que Asteria, una misteriosa diosa primitiva de los oráculos, las profecías, las adivinaciones nocturnas, los sueños proféticos y la astrología, era acosada sexualmente por Zeus y para escapar de su poderoso pretendiente se transformó en codorniz y emprendió el vuelo. Pero Zeus se convirtió a su vez en águila y continuó persiguiéndola en el aire, de manera que a Asteria no le quedó más remedio que precipitarse hacia el mar. Al estrellarse en el agua Asteria se transformó en una isla errante que al comienzo fue llamada Ortigia (“isla de las codornices”) pero después fue nombrada Delos, que significa “visible”.








Leto, hermana de Asteria, era una divinidad que simbolizaba el olvido y al mismo tiempo representaba la luz del día (a diferencia de Asteria que representaba la oscuridad de la noche). Leto también era pretendida sexualmente por Zeus, pero ella sí se sometió a sus requerimientos amorosos.


Habiendo quedado embarazada de su relación con Zeus, Leto sufrió el enojo de Hera (esposa de Zeus) quien dispuso que la amante de su marido no pudiera encontrar ningún lugar en el mundo donde parir la criatura que llevaba en su vientre. Y así fue: Leto vagó por todo el mundo soportando intensos dolores de parto, buscando un lugar para dar a luz, pero en ninguna parte lo podía hacer. Entonces Zeus decidió ayudarle y, con ese propósito, sujetó con largas y poderosas cadenas en el fondo del mar, a la isla flotante en la que se había convertido Asteria. Allí Leto pudo tener su parto, que fue de gemelos y del cual nacieron Apolo y Artemisa.




Por eso la pequeña isla de Delos fue considerada como el centro de Grecia y se estableció allí uno de los santuarios y oráculos más importantes de la antigüedad.




Además, debido a las vicisitudes que tuvo que pasar Leto para alumbrar a los dioses de la luz (Apolo) y de los nacimientos (Artemisa), Zeus dispuso que desde entonces no se permitiera que nunca más nadie pudiera nacer ni morir en aquella isla, de manera que cuando una mujer embarazada estaba cerca de parir, o cualquier persona a punto de morir, era llevada a una isla cercana llamada Rinia.






Sobre el origen de Delos se decía también que cuando Leto no podía encontrar un lugar donde parir, Zeus pidió ayuda a Poseidón, su poderoso hermano que era el dios de los mares. Poseidón golpeó el fondo del mar con el tridente que los cíclopes habían forjado especialmente para él como símbolo e instrumento de su gran poder, provocando un terremoto que hizo surgir a la superficie dos grandes peñascos, uno de los cuales sería la isla de Delos y el otro la isla de Rinia.








Delos es actualmente un importante centro cultural de Grecia con ruinas de gran valor arqueológico e histórico.






Los arqueólogos que han estado trabajando durante más de 20 años en la isla piensan que tres cuartas partes del territorio no han sido aún excavadas y calculan que las obras arqueológicas requieren fondos de 1,2 millones de euros.




Las excavaciones en la isla se comenzaron en 1873 a cargo de arqueólogos franceses venidos desde Atenas que se financiaban gracias a las donaciones privadas como la del duque de Loubat entre 1904 y 1914 que propició un gran avance en las excavaciones pero fue a partir de 1982 cuando mayor actividad alcanzaron los esfuerzos de los arqueólogos encabezados por el jefe de la excavación durante 24 años, Panagiotis Hatsidakis, hasta conseguir el aspecto que actualmente se puede admirar y que no es más del 25 por ciento de lo que aún queda por descubrir. En los últimos años la Unión Europea ha aportado fondos destinados para la mejora de los accesos a los distintos monumentos sobre todo para personas discapacitadas.






Continuamos el recorrido visitando el Museo de Delos, donde mal que bien, están alojados los hallazgos y algunas piezas originales como los leones.






Seis habitaciones contienen las estatuas y relieves encontrados en Delos; dos habitaciones contienen la cerámica y la otra habitación contiene elementos utilizados en la vida cotidiana en la antigua Grecia.








De originalmente nueve, no quedan más que cinco leones (se trataría más precisamente de leonas) de mármol de Paros o de Naxos, alojados en el museo de la isla. En el lugar original, mirando al lago sagrado se encuentran actualmente cinco copias, formando a modo de avenida a lo largo de la Vía Sacra. Una sexta fiera fue llevada como botín a Venecia, junto con otros leones llevados de Grecia, a finales del siglo XVII y fue colocada montando guardia en la puerta principal de su arsenal.




Y seguimos paseando para descubrir más maravillas.




Grandes trabajos en bustos y mosaicos










En el siglo VIII a.C. en Delos se desarrollaban ya solemnes ceremonias y cultos, así como importantes competiciones deportivas cada cinco años en honor al dios Apolo. Durante los dos siguientes siglos se sigue acrecentando la importancia de Delos como centro religioso y político que culmina en el siglo V a.C. Muchos de los restos que hoy en día se pueden admirar en la isla datan de este periodo como la Terraza de los Leones dedicada a Apolo y mandada construir por los habitantes de la cercana isla de Naxos que en aquella época tenían cierto dominio sobre el Egeo.


Durante el siglo II a.C. y dependiendo ya de Roma, Delos llegó a tener unos 30.000 habitantes y por su puerto se estima que se gestionaba el comercio de unas 75.000 toneladas de distintas mercancías al año.
Su decadencia se precipita en el siglo I a.C. cuando otros puerto mediterráneos adquieren mayor importancia y además sufre sucesivos saqueos y ataques durante las Guerras Mitridiáticas entre la república de Roma y Mitridates VI rey del Ponto en Asia Menor, quedando la isla destruida y despoblándose gradualmente hasta que en el siglo VI d.C. queda definitivamente deshabitada.




Desde el siglo XVII viajeros europeos comenzaron a visitar esta pequeña isla atraídos por la fascinación que la cultura clásica producía en las clases cultivadas de los países del viejo continente y no ha cesado en ningún momento hasta nuestros días. Actualmente la isla de Delos sigue siendo una joya para los amantes de la historia y la arqueología y para cualquiera que sepa leer entre sus piedras su historia que forma parte de la nuestra.
El recinto arqueológico ocupa gran parte de la pequeña isla y se puede visitar en más o menos tiempo dependiendo del tipo de visita que se elija (de 1 hora y media, 3 horas o 5 horas) constituyendo un autentico museo vivo sobre el emplazamiento original de los restos que se pueden admirar.


Al este del santuario se encuentra una gran construcción alargada del periodo helenístico (final del siglo IV y principios del siglo III) conocida como Santuario de Tauron o de los Toros.
Se cree que sirvió para albergar una nave ofrecida en conmemoración de una victoria naval por el tipo de decoración del edificio basado en temas marinos con nereidas, delfines y monstruos del mar.


Hacia el norte numerosos edificios van sucediéndose, como la Stoa de Antígonos (escuela para impartir conocimientos), los Tesoros (edificios en los que se depositaban las riquezas de distintas ciudades), el pequeño Templo jónico de Artemisa, la Tumba de las Dos Vírgenes, el Litoon, el Mercado de los Italianos (el ágora dedicada a la venta de esclavos, que era un lucrativo comercio para la isla), el Posidón Buritó ( sede de una asociación de mercaderes, banqueros y navegantes de origen fenicio) etc.




También se han encontrado numerosos edificios de carácter público como el Gimnasio, la Palestra, el Estadio, el Teatro (situado en el barrio más rico y con aforo para 5.000 personas), la Fuente de Minos, enormes cisternas para recoger el agua de lluvia, el Bouleterion (sede del senado de la ciudad), el Pritaneo (donde vivían los magistrados más importantes y sede del archivo de la ciudad).




Delos espera en el epicentro del Mar Egeo para mostrar su sorprendente tesoro de arte e historia viva que transporta a remotos tiempos en los que las inquietudes de las personas no diferían tanto de las actuales, la política, el comercio, la religión y el arte ocupaban la mayor parte del tiempo y los pensamientos de aquellos que habitaban en la isla de Apolo, la isla de la luz.


Y con esto volvimos Mykonos, donde esperaba nuestro barco.





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