miércoles, 6 de julio de 2016

Las más hermosas islas del Caribe (VI) San Vicente y Granadinas

Y llegamos a nuestra siguiente escala isleña en el Caribe, San Vicente y Granadinas.

Volcánica y cinematográfica, San Vicente, que es la principal de las 32 islas que componen éste archipiélago todo montañas, vegetación y arenas negras, sufrió un terremoto mediático tras el rodaje de la película Piratas del Caribe.

Voy a irles contando interesantes datos sobre la isla mientras hacemos una excursión de lo más curiosa.
En el puerto nos esperaba un catamarán al grupo que empezábamos la excursión por Agua, ya que el pasaje estaba dividido en dos y el otro empezaba por Tierra.
Era un catamarán un poco más pequeño que el de Cayos pero con cabina cubierta.

Nos pusimos en marcha y uno de los tripulantes que hablaba un poco de español, nos iba contando lo que veíamos.
Lo primero la cueva de los murciélagos a la que no entramos porque es muy estrecha, pero nos acercamos bastante. Hay que fijarse en el techo, porque parece de una película de terror.


Apenas conocido, como una actor de segunda en el escenario caribeño, hasta la llegada de los equipos de rodaje, era el paraíso para los antropólogos por ser uno de los últimos reductos de los indios caribes. Ya la vio Colón en 1498 aunque después de ser cartografiada por el descubridor cayó en el olvido hasta 1700.



De allí y con un cocktail tropical típico de la isla (sin alcohol, ya que íbamos a hacer snorkel), nos dirigimos por la costa a otra de las localizaciones de la película Piratas del Caribe.
Es increíble estos técnicos de efectos especiales. De dos rocas que hay en el mar, sacan una cueva de piratas. Cosas del cine...

De repente apareció una playa de arena negra rodeada de palmeras. Ese era el lugar donde haríamos snorkel, nos dijo el tripulante.

Seguimos un poco más y llegamos a la bahía donde se desarrolla una parte de la película, con el muelle, la posada, la casa del gobernador. Si nos fijamos todavía hay fardos, toneles e incluso ataúdes. 
Estamos un ratito y seguimos por la costa. Nos enseña el arco de piedra, donde aparecen colgados tres esqueletos al principio de la película.










Avanzamos un poco más y después de 15 minutos llegamos a una playa donde desembarcamos y donde empezaría la excursión por Tierra.



Cruzamos una mini jungla y allí estaban unos micro buses que nos esperaban.
Eran 4, cada uno con un guía en español.
Cogimos uno junto con 6 andaluces y emprendimos la marcha, rumbo a la catarata de Baleine Falls.
Subimos por una carretera estrecha, como las de toda la isla y llegamos a un parking en pleno bosque boscoso. Bajamos y cruzamos, como unos Indianas Jones, un puente hecho de bambúes no apto para quien padece desequilibrios de equilibrio.





Entramos en un bosque de bambúes precioso con unos troncos altiiiiiiisimos. Un pequeño paseo y llegamos a la cascada. Muy bonita.




De vuelta al autobús y vamos a comer con vistas al mar.
Es como un chiringuito con una decoración un poco naif. El techo está pintado con filigranas y dibujos hechos con una vela encendida, ennegreciendo la pintura. Muy curioso.
De comer: ensaladilla, ensalada, pollo, pescado, ñame, batata y boniato. De postre un micro pedazo de bizcocho de 3x3 cm.



Antes de entrar al navío damos un paseo por las tiendas de la terminal de cruceros. Bueno, no está mal, un poquito de todo.
A quien le gusten los mapas como a mí, hay una tiendita de acuarelas que vende mapas tipo pirata con letras antiguas, en el que aparecen todas las islas del itinerario. Vale 10 dólares. Me gustó mucho, por lo original.

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