Dejamos atrás el mercado para seguir paseando por la ciudad...
y conocer lugares como la Place d'Albertas, con una curiosa historia. Segú cuenta ésta, el marqués de Albertas estaba muy harto de que su palacio estuviera siempre privado del sol y el calor por la altura de los edificios que lo circundaban, así que compró los edificios que lo molestaban y los hizo demoler. Reconstruyó de nuevo la zona y creó la plaza que vemos hoy en día, añadiéndole una fuente que crea un espacio ideal para la multitud de eventos culturales que se realizan en verano en la ciudad.
El Hotel d'Espagnet o Maurel de Pontevés, es el edificio más antiguo del Cours Mirabeau y es actualmente el Tribunal de Comercio. Su entrada principal está guardada por dos potentes atlantes que parecen surgir de sus muros en el más puro estilo barroco.
Corría el año 1792 cuando dos camareros de Aix decidieron abrir con mucho esfuerzo una "brasserie" con la idea de que fuera el centro de reunión y ocio de lo mas 'chic' de la ciudad. Rápidamente, el local que estaba muy bien situado y ofrecía un servicio rápido y una excelente selección de platos, cafés y pastelería, alcanzó una fama que se extendería por toda la Provenza.
Sus clientes llamaban al local "Los dos g" ( garçon" en francés significa muchacho y camarero) en referencia a sus fundadores, por lo que finalmente el local se llamó "Les Deux Garçons.
Maravillosamente decorada en estilo Imperio, la "brasserie" sufrió un aparatoso incendio que obligó a su reforma completa siempre respetando el estilo original. Es el lugar favorito de grandes abogados, profesores de universidad y las estrellas internacionales que se reúnen en Aix para el famoso Festival del Arte Lírico que se celebra cada mes de Julio.
Si queremos conocer nombre de clientes habituales a lo largo de la historia, basa decir que fueron admiradores del local grandes figuras de las artes como Edith Piaf, Marcel Pagnol, Albert Camus y sobre todo Paul Cézanne y Emile Zola.
Y cerramos nuestra visita a la ciudad conociendo la llamada Fuente Verde, que es una de las más de 130 que salpican la ciudad. El agua que brota de ella se mantiene a una temperatura constante de 18º y está cubierta por varias especies vegetales que encuentran en su humedad y calor el hábitat perfecto para su desarrollo.
Lo curioso de esta fuente es que tal y como ocurre con las cuevas, los minerales que transporta el agua caliente se han ido acumulando y calcificando a lo largo de los siglos, por lo que no se sabe exactamente cuales son los elementos arquitectónicos que componían la fuente en su origen y que fueron construidos en 1667 por Jaques Fossé. Se piensa, por fotos y grabados que bajo todas esas capas de caliza hay cuatro figuras de niños o ángeles que fueron desapareciendo por la acción de los minerales. Por ello, la fuente se considera una escultura viviente con todo el derecho...
Y cerramos nuestra visita a la ciudad conociendo la llamada Fuente Verde, que es una de las más de 130 que salpican la ciudad. El agua que brota de ella se mantiene a una temperatura constante de 18º y está cubierta por varias especies vegetales que encuentran en su humedad y calor el hábitat perfecto para su desarrollo.
Lo curioso de esta fuente es que tal y como ocurre con las cuevas, los minerales que transporta el agua caliente se han ido acumulando y calcificando a lo largo de los siglos, por lo que no se sabe exactamente cuales son los elementos arquitectónicos que componían la fuente en su origen y que fueron construidos en 1667 por Jaques Fossé. Se piensa, por fotos y grabados que bajo todas esas capas de caliza hay cuatro figuras de niños o ángeles que fueron desapareciendo por la acción de los minerales. Por ello, la fuente se considera una escultura viviente con todo el derecho...
Y ahora vamos a conocer el lugar donde nació el Cubismo.
A escasa distancia de Aix se encuentran las Canteras de Bibemus, en una meseta rocosa de unas 7 hectáreas.
Usada como cantera de piedra para construir los principales monumentos de la zona hasta el siglo XVIII, Cézanne la descubre y la recrea para el arte entre 1895 y 1904.
El conjunto paisajístico se engloba bajo el nombre de Gran sitio Santa Victoria y gira en torno al cobertizo donde el artista guardaba sus obras e incluso dormía.
Grandes pinos y formaciones rocosas nos descubren los motivos pintados por Cezanne, 11 óleos y 16 acuarelas, que reflejan la simbiosis entre las rocas rojizas y la vida vegetal.
Al parecer, el origen del nombre, Bibémus, proviene del latín.
Para construir la ciudad de Aix, los romanos utilizaron las piedras de esta cantera y por ello fueron los que la bautizaron.
Bibemus proviene de "bibere", o beber, ya que la porosa piedra parecía beberse el agua de la lluvia.
La lejana montaña de Sainte-Victoire, fue dada a conocer al mundo por Cezanne, ya que la pintó 87 veces, mitad en óleo y mitad en acuarela. Fue una auténtica obsesión para el pintor.
Con respecto a las canteras, los romanos construyeron con las piedras que sacaban de ellas, las murallas de la ciudad de Aix, y los habitantes de la urbe, sus casas, sobre todo las más recientes mansiones de los siglos XVII al XIX.
Las herramientas y técnicas utilizadas por los romanos eran muy sencillas pero realmente eficaces. En primer lugar cavaban zanjas para extraer los bloques, creando con sus picos hendiduras donde luego colocaban cuñas de madera para liberar el bloque. Éste se llevaba hasta el punto de destino y allí conseguía su forma final de mano de los escultores.
Son estas piedras las que dan su color característico a los grandes edificios de Aix, sobre todo en el Cours Mirabeau.
Pero curiosamente no es una piedra de calidad, ya que no tolera bien la lluvia y tiende a deshacerse
En la década de 1940 el hijo de un amigo de Cezanne mezcló la piedra triturada de la cantera con cemento. En un principio la nueva mezcla funciona, pero de nuevo comienza a deshacerse con la lluvia, por lo que las canteras son cerradas definitivamente.
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