martes, 10 de diciembre de 2024

Laos, la Tierra del Millón de Elefantes (II) Vang Vieng (I)

 Y por la tarde llegamos a Vang Vieng, No suelo poner fotos de los hoteles en los que me hospedo, pero en este caso el lugar lo merece. El Riverside Boutique Resort está situado a orillas del río Nam Song y los atardeceres son algo fuera de lo común.







Por la mañana fuimos a dar un paseo por los alrededores del hotel. En cualquier momento del día el hotel es espectacular.


El Puente Viejo del Nam Song conecta el lado oriental del río donde se encuentra la ciudad, con el lado occidental donde están la mayoría de las atracciones turísticas de la región. Es uno de los tres que cruzan el río pero a diferencia de los otros dos que son estacionales y cierran en la temporada de lluvias, éste permite su uso durante todo el año para peatones, motos y coches.





En Laos no hace falta comprar un envase homologado para la gasolina...

Tras el desayuno nos trasladamos al norte, al pequeño pueblo de Ban Pathao, hogar de la etnia hmong. 




Aunque mucha gente cree que los hmong son originarios del país, realmente don un grupo minoritario proveniente de China. Vinieron aquí a finales del siglo XIX, y no sólo a Laos, también se distribuyeron por Vietnam, Tailandia y Birmania.


Una vez adaptados, los hmong se encuentran entre los más de 80 grupos étnicos que forman Laos. Conocidos por ser orgullosos, rebeldes, independientes, trabajadores y duros en la batalla. Pero sobre todo son fascinantes.



Con más de 320.000 miembros es el mayor grupo de Laosianos del norte. Asentados en altitudes y regiones remotas, son excelentes agricultores.
Fue por esta razón, que durante la ocupación francesa suministraron grandes cantidades de opio cuyos beneficios iban a parar a la administración francesa. Pero su carácter independiente y deseo de preservar su identidad cultural les hizo entrar en varios conflictos. Unos se unieron a la causa comunista durante la Guerra de Indochina, otros a los estadounidenses en la Guerra de Vietnam para evitar la entrada de soldados vietnamitas en el norte de Laos.





Muchos de ellos se han convertido al catolicismo, pero la gran mayoría practican su religión animista tradicional, basada en que en cada ser viven varias almas esenciales para la salud y el funcionamiento del cuerpo. En cada aldea hay un chaman que debe mantener el equilibrio, realizando ritos que los comunican con los poderes invisibles.




Entre sus festividades, la más importante es la del día del año hmong, a finales de noviembre, y marca el final de la cosecha de arroz, y por tanto el del fin del trabajo en el campo. Comienza luego el año nuevo, repleto de música, danza y canciones tradicionales. Aquí se toca el khene, las mujeres visten sus trajes tradicionales y comienza el galanteo que puede llevar a una futura boda.





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