Al Museo del Palacio de Luang Prabang se le conoce como Haw Kham, o Salón Dorado y su visita bien merece nuestro tiempo, ya que guarda numerosos objetos interesantes, cargados de historia, que recuerdan la época en que sobre Laos reinaba la monarquía.
Construido en 1904 para el rey Sisavang Vong durante la ocupación francesa, presenta una curiosa mezcla de estilos laosiano y francés, tras la revolución del 75 pasó a manos del gobierno para convertirse en museo nacional en 1995.
El enorme recinto consta de varios edificios que guardan curiosidades como la barcaza real, o la colección de coches del rey, con automóviles de los años 50 a 70.
Pero la estructura más importante es el edificio principal, con el área de recepción, el salón del trono y la parte residencial. Una de las salas custodia una colección de obras de arte de valor incalculable, como el molde de la estatua del Buda Pha Bang en oro, plata y bronce: otra, muestra los obsequios de varios jefes de estado a la monarquía laosiana, clasificados por países y según fueran capitalistas o socialistas.
El salón del trono nos regala la imagen de unas paredes decoradas con azulejos tallados con espejos como los que veremos en el templo de Wat Xieng Thong, el más antiguo de la ciudad. Sirven de marco al trono del rey y la reina, la silla del elefante del monarca y vitrinas con imágenes de Buda hechas en cristal.
En la parte trasera del palacio se encuentra la zona residencial de la familia, con varios dormitorios y un comedor, la biblioteca y una zona donde se exponen instrumentos musicales y máscaras típicos del país. Esta parte se conserva tal y como estaba en 1975, antes de que la familia real partiera al exilio.
El llamativo templo de Haw Phra Bang, se encuentra también en los terrenos del Palacio y se construyó para guardar la imagen de Buda más sagrada de Laos
Aunque a primera vista puede parecernos un templo antiguo, no lo es, ya que se empezó a construir en 1963 y no fue hasta 2006 que se dio por finalizado. Es una preciosa muestra de la arquitectura tradicional de Laos, con gran profusión de vidrio y oro, con tejados adornados con estilizadas nagas.
El santuario está profusamente adornado, con una fachada en madera que muestra representaciones budistas en colores verdes y dorados y una escalera custodiada por serpientes naga de muchas cabezas y que cubre todas las balaustradas.
La estatua, por su parte mide tan sólo 83 cm y muestra las palmas de las manos hacia adelante y está hecha de thong, una mezcla de oro, plata y bronce. Aunque la leyenda dice que se fabricó en Sri Lanka, las investigaciones confirman que vino de la actual Camboya
El buda representa el derecho divino de la familia real laosiana de gobernar, ya que tan sólo un gobierno lleno de virtudes y puede ser custodio de la sagrada imagen.
En 1705 fue llevado a Vientiane, pero al ser invadida por los tailandeses la imagen fue llevada a Bangkok, pero al parecer atrajo la desgracia al gobierno y fue devuelta. De nuevo fue secuestrada por los siameses el siglo siguiente, pero otra vez el gobierno sufrió una gran agitación política y el Phra Bang volvió a su lugar.
Muy cerca también del Palacio Real, aunque no en sus terrenos, encontramos el Wat May Souvannapoumaram, templo construido a finales del siglo XVIII. Es uno de los mas grandes y bonitos de la ciudad y de los más visitados, sobre todo por su situación en el centro del bullicio de la ciudad.
Pero su importancia viene de un hecho histórico. Después de que los chinos destruyeran la ciudad en la segunda mitad del siglo XIX, el templo sirvió de santuario para la familia real, ya que el Buda Phra Bang se guardó aquí para protegerlo.
Para recordar este periodo, durante las festividades del Año Nuevo de Laos, el Pimay, el Buda se exhibe en este templo durante tres días, mientras es rociado con agua y se reza para pedir fortuna y salud. El lugar ha pasado por varias restauraciones en el siglo XX, pero siempre respetando su estilo tradicional, No debemos perdernos el relieve que adorna uno de sus lados, cubierto de oro, que relata escenas del Ramayana y el Vessantara-Jakata. la penúltima reencarnación de Buda.
El interior del templo está cubierto de laca roja y dorada que hace de fondo al enorme buda que se guarda en su interior.
Nuestra siguiente visita es el Wat Visoun o Wisunarat, construido originalmente en 1512 por el rey Visounnarath, y es considerado el más antiguo de Luang Prabang.
El primer templo era de madera, por lo que en 1887 los llamados Jinetes Negros lo redujeron a cenizas. Se reconstruyó en 1896 siguiendo el diseño original, pero esta vez en estuco y ladrillo. Dentro encontramos innumerables estatuas de Buda que rezan por la lluvia, y un altar del siglo XV. Al restaurarse se mezclaron los estilos laosiano, hindú y jemer, por lo que el templo presenta una preciosa mezcla artística.
Cuenta la leyenda que el terreno donde se encuentra el complejo religioso, fue en su momento un campo de arroz, y que se usaron más de 4.000 árboles para construirlo. Aquí fue consagrada dos veces la estatua del Buda Prabang, que acabamos de ver en la anterior visita, en dos ocasiones. Afortunadamente no estaba aquí cuando llegaron los Jinetes Negros, que sí que robaron otras imágenes. La sala de oración está profusamente decorada para dar mayor esplendor al gigantesco buda, que con sus 5 metros es el más grande de Luang Prabang, acompañado de una gran colección de imágenes talladas en bronce y madera ricamente doradas que datan del siglo XV.
Las ofrendas de dinero no se hacen en este templo de cualquier manera. Los billetes se doblan y manipulan hasta conseguir estos hermosos resultados.
That Pathum se encuentra justo enfrente del templo, y es una gran estupa de estilo cingalés encargada en 1903 por la reina Phan Tee Xieng. Tiene unos 34 metros de altura, y debido a su forma, que recuerda a una sandía, los lugareños la llaman precisamente así, la estupa de la sandía. Pero a mí me recuerda más al templo dorado de Pha That Luang, que ya vimos en Vientian, dorado y eterno. Se dice que el de Vientian simboliza a los hombres, mientras que este simboliza a las mujeres.
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