Después del Parque de Buda, nuestro camino nos llevó a Pha That Luang.
Conocida también como la "Gran Estupa", la original fue construida en el siglo III después de Cristo, y la que hoy visitamos es fruto de varia reconstrucciones, la última en la década de 1930.
Se considera el monumento más importante de Laos y por ello, símbolo nacional.
Todo comenzó cuando el emperador Ashoka envió a un grupo de monjes budistas en busca de reliquias de Buda. Al parecer encontraron el esternón, y tal y como ocurre con los restos mortales de los guías espirituales en Asia, decidieron guardarlo en el interior de una estupa.
Para ese fin, levantaron esta estructura y la consagraron a Buda. Posteriormente se reconstruyó en el siglo XIII para ser templo Jemer, pero cayó en el abandono y quedó en ruinas.
En 1566 el rey Setthathirat trasladó la capital desde Luang Prabang a Vientian y dio orden de construir el templo con la forma que hoy podemos ver, con una longitud por lado de 69 metros en el primer nivel, 48 en el segundo y 30 en el tercero, con una altura de 45 metros hasta lo alto de la aguja. Está rodeada de 30 estupas más pequeñas.
La estupa fue saqueada por birmanos, tailandeses y chinos y destruida por la invasión tailandesa de 1828. En 1900 los franceses la restauraron pero fue nuevamente destruida y vuelta a levantar tras la 2ª Guerra Mundial, y rápidamente se convirtió en símbolo del nacionalismo laosiano.
Aunque la leyenda dice que está recubierta de oro, la realidad es que tan sólo el pináculo está forrado con 500 kilos del noble metal, el resto es pintura dorada.
En un lado de la plaza que precede a la estupa, encontramos las estancias de los monjes con varios templos y una enorme estatua dorada de un buda reclinado.
Alrededor del complejo hay infinidad de pequeñas estupas que guardan los restos de fallecidos (huesos y cenizas), metidos en recipientes de barro, tras pequeñas puertecitas adornadas con oraciones o las fotos de los fallecidos.
Bajo un dosel encontramos varias estatuas de buda en posiciones de meditación u oración. Al parecer cada una de ellas está identificada con un día de la semana, sobre todo el del nacimiento de cada persona, por lo que según el día que hayas nacido te corresponde una postura de Buda. La mía es la postura Pang Samti, o del jueves, y se representa sentado, con las manos apoyadas en las rodillas. En la foto se ve el primero de la izquierda en la primera fila.
Nos acercamos ahora a Wat Sisaket, uno de los templos más antiguos de Vientian, mandado a construir por el rey Anouvong en 1818, como templo privado, cerca de su palacio.
El templo presenta una mezcla de estilos budistas, sobre todo al tailandés, lo que al parecer fue el motivo que de que se salvara de la destrucción ya que los soldados siameses lo usaron como cuartel en vez de reducirlo a escombros. Otra característica, es que en Laos los templos se construían paralelos al río, menos éste que se construyó en ángulo, con lo que los pies del rey, cuando rezaba, miraban al Mekong.
En Laos, como en la mayor parte de Indochina, la vida de sus habitantes gira alrededor del templo, ya que el budismo es parte fundamental de su cultura. Recordemos que gran parte de los hombres pasan parte de su vida somo monjes y que en los templos se reza, se come y se celebran los principales festivales de estos países. Así que debió ser impactante para los habitantes de Vientian ver este templo abandonado y casi destruido entre los árboles de la jungla tras el paso de los invasores por el país.
La característica principal del templo es un claustro que guarda el sim o sala de ordenaciones, tal y como ocurre en los templos de la vecina Tailandia, pero aquí tiene una característica diferenciadora: sus muros están llenos de miles de pequeños nichos, cada uno de los cuales guarda una pequeña imagen de Buda. Delante de ellas hay dos filas de imágenes más grandes hechas de diversos materiales y estilos.
Muchas de ellas están rotas o dañadas, pero cuando están casi hechas añicos, se guardan con respeto, ya que son sagradas.
Cada año, sobre el mes de abril, las estatuas se sacan y purifican para la ceremonia de Año Nuevo. Para ello se usa un canal de madera en forma de naga por donde corre agua perfumada que cae sobre la cabeza de las estatuas y los monjes.
Dentro del edificio central, en las paredes, encontramos pinturas con escenas del Jataka, que son historias de las vidas pasadas de Buda y del príncipe Pookharabat, que derrotó a sus enemigos con la ayuda de un abanico mágico. Los frescos alternan las escenas de la corte con las de guerra, así como las que reflejan las cualidades de un rey para ser un buen gobernante.
Nuestra última visita en Vientian fue Haw Phra Kaew, construido por primera vez en 1565 para albergar al famoso Buda Esmeralda que hoy vemos en Tailandia.. Hoy, su función es de museo, con varias decenas de figuras religiosas, un trono dorado, tablillas de piedra budistas jemeres, manuscritos sagrados en hoja de palma e incluso tambores de bronce con forma de rana.
Antes de entrar, en los jardines vemos dos curiosidades. La primera es una muestra del arte popular, un tronco de árbol con varias figuras talladas que nos muestran la habilidad de los artesanos de la zona en el trabajo en madera...
y una jarra de piedra con más de 2.000 años de antigüedad procedente de la Llanura de las Jarras en Xieng Khouang. Es sólo una muestra de las más de 400 jarras que aún quedan en el sitio arqueológico y que se usaban para exponer a los muertos a los elementos, hasta que sólo quedaran los huesos para ser enterrados. Según los análisis esta práctica perduró desde el siglo IX hasta el XIV después de Cristo.
En cuanto al templo, fue levantado en los jardines reales para guardar el Buda Esmeralda que el rey Setthathirath había traído de Chiang Mai. La figura permaneció aquí durante 200 años, pero cuando Vientian fue conquistada por el general tailandés Chao Phraya Chakri, fundador de la actual dinastía gobernante en Tailandia, fue trasladado a la actual Bangkok, donde aún se venera como protector del derecho divino a gobernar de los reyes siameses.
El templo fue destruido y restaurado varias veces hasta tener el aspecto actual por los franceses entre 1936 y 1942. Al pasar a ser museo en 1993, se trajeron innumerables figuras de Buda, como las que adornan el exterior, hechas en varios materiales y en diversas posturas. Las puertas que dan acceso al interior son originales.
El nombre significa "Altar del Buda Esmeralda" ya que es lo único que permaneció intacto tras la desaparición de la figura sagrada. Esta es la única columna que queda en pie del templo original.
Y nos vamos ahora a Vang Vieng.
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